Y ahora… a por el campeón
El Sevilla, un especialista de la Europa League al haber ganado las dos últimas ediciones, pondrá a prueba al Athletic en cuartos, una eliminatoria con el morbo del regreso de Fernando Llorente a San Mamés
Igor Barcia
Viernes, 18 de marzo 2016, 11:44
El Athletic disputa esta temporada su Europa League más 'doméstica'. Tras cruzar la frontera a Francia en dieciseisavos para medirse al Olympique de Marsella, los rojiblancos se han establecido en la península y tras eliminar al Valencia, ahora deberán hacer frente a otro viejo conocido de la Liga como es el Sevilla en su camino hacia las semifinales del torneo. Traducido al ámbito festivo nacional, los rojiblancos cambiarán las Fallas de Valencia por la Feria de Abril hispalense. El sorteo celebrado este mediodía en Nyon (Suiza) ha ratificado la sensación para los aficionados rojiblancos de estar disputando la Copa más que la competición europea. Pero además del 'bajón' que supone entre los aficionados quedarse sin la opción de viajar por Europa a escenarios míticos para medirse al Liverpool o al Borussia Dortmund -los dos posibles rivales que le quedaban en el momento del sorteo cuando el Athletic ha quedado emparejado con el Sevilla-, en el aspecto deportivo el doble duelo contra el Sevilla de los días 7 y 14 de abril -los dos duelos serán a las 21:05 horas- cuenta con una enorme dificultad. No en vano, se trata del doble vigente campeón de la Europa League (ha ganado las dos últimas ediciones), un equipo que atraviesa su mejor momento de la temporada y que se mueve con una solvencia en este torneo que le ha vuelto a situar como uno de los grandes favoritos a llevarse el título. Si le añadimos el morbo del regreso anticipado de Fernando Llorente a San Mamés -en Liga el Sevilla cierra la temporada en La Catedral-, el cruce de cuartos se presenta tan atractivo como complicado para el Athletic.
La bola rojiblanca ha tardado más de lo deseado en salir en el sorteo donde el suizo Alexander Frei ha ejercido de maestro de ceremonias. A los de Valverde se le han escapado pronto los rivales a priori más accesibles de la ronda de cuartos de final, como eran el Sporting de Braga, el Sparta Praga o incluso un viejo conocido Shakhtar Donetsk, al que el Athletic ya se midió y ganó en Champions. Pero tras el emparejamiento del Braga con el Shakhtar y del Villarreal con el Sparta, las cosas han quedado claras para el Athletic. Iba a ser uno de los rivales más complejos de la actual eliminatoria. Los atractivos se centraban en los dos clubes extranjeros, pero la fortuna ha querido un nuevo enfrentamiento español en cuartos. Y con el añadido de jugar primero en San Mamés y la vuelta en el Pizjuán. Las caras de los representantes rojiblancos evidenciaban el pensamiento común, la de medirse a un Sevilla en plena forma, cuyo punto débil esta temporada es su rendimiento lejos de casa -en Liga es el único equipo de los 20 que todavía no ha ganado-, pero que a cambio es intratable al amparo de su público. Lo demostró en octavos de final, donde después de empatar sin goles en Basilea, arrolló ayer sin contemplaciones al club que pone a disposición de la UEFA su estadio para la gran final del torneo.
Hacia ella quiere dirigirse por tercera temporada consecutiva un Sevilla que arrancó la campaña con deseos de brillar en la Champions, pero a quien el grupo de la muerte le llevó a agarrarse a la tercera plaza que daba acceso a su torneo favorito, ese que ya ha ganado en cuatro ocasiones en la última década. Y aquí sí que se han mostrado como un conjunto infalible al eliminar primero al Molde y después al Basilea. A eso hay que añadirle el crecimiento que está experimentando el equipo de Unai Emery en la Liga, donde después de batir la pasada semana al Villarreal ya otean en la distancia la cuarta plaza a la que aspiran para repetir en la Liga de Campeones. A su estela, a dos puntos, se mantiene un Athletic a quien el sorteo de hoy ha querido también convertirle en rival del Sevilla en Europa.
Para añadirle picante, el 7 de abril puede regresar Fernando Llorente a San Mamés después de tres temporadas lejos de Bilbao, dos en la Juventus y la actual en el Sevilla. Tras su abrupta despedida, después de una campaña en la sombra tras anunciar que no renovaría por el Athletic, está por ver la reacción de La Catedral con el delantero riojano, en una situación que puede marcar el ambiente del estadio rojiblanco para ese encuentro.