El filial persigue el milagro

Con «casi toda la segunda vuelta por delante», el partido que disputa hoy el Bilbao Athletic ante el Mallorca (17 horas, Canal + Liga 2) no se trata de una final, no es un todo o nada; y eso que el conjunto balear es otro de los que está en la quema. No, porque el filial hace meses que va hacia abajo y solo persigue una tarde llevadera, de alegría; que no termine con dolor, nada más. La situación no puede empeorar. Además, que el Bilbao Athletic gane lejos de casa este curso es lo nunca visto, aunque, es cierto, casos milagrosos también existen. En cambio, si después de los 90 minutos contra el renovado equipo de Fernando Vázquez se vuelve a empatar o perder, simplemente habrá que poner una equis más en un calendario al que le quedan 5 meses. Un tiempo que cada cual asume a su manera.

La del Bilbao Athletic y su entrenador es la de no pensar a medio plazo. Mejor distraerse con lo que sí se tiene, por ejemplo, el regreso de muchos jugadores de ataque, que aunque no están para disputar el duelo entero, pueden ofrecer a Ziganda las alternativas que necesita cuando a su equipo, sobre el minuto 75, las fuerzas se le agotan. Villalibre y Guarrotxena están cerca de su nivel, y ambos pisarán el césped del Iberostar Estadi. La duda es si Ziganda repetirá con Etxeberria e Iriondo como únicos encargados del peso por bandas, o si por el contrario dará entrada a extremos puros. Ante el Elche en la última derrota, el equipo estuvo más cerca del empate con Seguín y Guarrotxena en el terreno de juego, que entraron mediada la segunda mitad. Con Remiro sancionado, finalmente Jon Ander protege hoy el marco rojiblanco.

Debe encontrar el equilibrio Ziganda para frenar una racha sangrante. Un periodo de 11 jornadas sin ganar que además se ha agravado en las últimas hasta llegar hasta las 5 derrotas consecutivas con las que acuden al duelo de hoy. Enfrente estará el Mallorca, que ahora de la mano de Fernando Vázquez y tras un regreso inmejorable, se ilusiona con el ascenso, aunque el gallego prefiere empezar por los cimientos. «Pensaré en grandes objetivos si el equipo gana partidos, pero yo vine al Mallorca para quedarme el año que viene y para eso tengo que evitar el descenso a Segunda B, que es muy duro decirlo, pero es una posibilidad que está ahí».

Lo dice él que ha ganado los dos partidos desde que llegó, 1-0 al Alcorcón y 0-2 en Ponferrada (en los dos abrió la lata de penalti); él, que ha podido fichar a Colunga, Pol Roigé, Ortuño, Salomao, Óscar Díaz y Lago Junior; todos jugadores de ataque para combatir la escasez que vivían los baleares, que han marcado 7 goles más que el filial. Todavía hoy, con 26 puntos en su haber -11 más que los cachorros-, a dos de la zona de descenso, Fernando Vázquez Pena no las tiene todas consigo. Por contra, el Bilbao Athletic es más realista. Se aferra al milagro de vencer como visitante por primera vez en la temporada y acercarse así un poco más a la paz interior.