El inagotable caladero navarro del Athletic
La llegada de Raúl García eleva al 28% el porcentaje de jugadores rojiblancos que proceden de la comunidad foral
Javier Ortiz de Lazcano
Domingo, 6 de septiembre 2015, 00:25
Fernando Lamikiz sorprendió a principios de 2005 al entonces presidente de Osasuna, Patxi Izco, con una oferta descomunal por sus principales valores. La lanzó en ... una mesa del Asador Imanol de Madrid. Su entonces directivo Juan Bustamante y el fallecido presidente del Eibar Jaime Barriuso fueron testigos del carraspeo del dirigente navarro.
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- Te doy treinta millones de euros por Raúl García, Javi Martínez, Azpilicueta, Monreal y Javier Flaño.
- Esto... Si fuera otro club aceptaría, pero si los vendo a todos al Athletic me echan de Pamplona.
La operación frustrada es el reflejo de que los refuerzos llegados desde Navarra se han convertido en una de las principales fuentes de suministro del equipo rojiblanco. La respuesta de Izco tenía mucho de cálculo político. Pese a que el Athletic ha sido el principal cliente de Osasuna en las últimas décadas, las salidas desde Pamplona a Bilbao están muy mal vistas allí.
El caladero del Athletic lo forma un territorio con 3,1 millones de personas. 1.155.000 viven en Bizkaia, 714.00 en Gipuzkoa, 640.000 en Navarra, 320.000 en Álava y 260.000 en el País Vasco-francés. La proporción y la lejanía de Bilbao debería ofrecer una participación de navarros inferior, pero su peso es muy importante. Dos de los cuatro fichajes de este curso, Eraso y Raúl García, son de ese territorio. Se unen a los cinco que ya estaban (Iraizoz, San José, Gurpegui, Kike Sola, y Muniain), hasta alcanzar el 28% de la plantilla. La suma de guipuzcoanos (4, Elustondo, Susaeta, Aduriz y Balenziaga), alaveses (1, De Marcos) y vasco-franceses (ninguno) es inferior pese a que entre los tres territorios suman casi 1,3 millones, más del doble que los navarros.
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Antes de los 70, Areta I y Zabalza fueron de los pocos destacados. Ninguno de los trece primeros navarros que jugaron con España debutaron como miembros del Athletic. Eran de Osasuna (Goiburu y Martín Monreal), Real Madrid (Lazcano, Zoco y Félix), Real Unión (Elícegui), Sevilla (Arza), Betis (Areta II), Barcelona (Zaldua y Zabalza, aunque el segundo vino después a Bilbao) y Atlético de Madrid (Glaría), Real Sociedad (Satrustegui y Celayeta) y Espanyol (Marañón).
A partir de ahí, otros quince han jugado con La Roja. Nueve de ellos han debutado como jugadores del Athletic (De Andrés, Larrainzar, Urzaiz, Tiko, Orbaiz, Llorente, Javi Martínez, Muniain y San José) y dos (Ziganda y Jon Andoni Goikoetxea) han pasado por San Mamés.
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Con la creación de Lezama y la conversión del Txantrea en convenido en 1971 las alineaciones rojiblancas comenzaron a llenarse de navarros. Miguel Sola (Pamplona, 58 años) fue de los primeros en venir. Junto a De Andres y Tirapu fue pieza clave en el Athletic que ganó las últimas Ligas y la Copa. «Nos ofrecían buenas condiciones de entrenamiento y perspectivas de futuro y eso nos atrajo a muchos. Hoy sucede lo mismo», dice Sola, de momento sin banquillo tras dirigir dos años al Corellano, de Tercera.
En los últimos tiempos su peso crece. Hace veinte años apenas sumaban tres (Ziganda, Goikoetxea y Larrainzar en 1995-96). Con el tercer milenio su influencia se acrecentó hasta llegar a su máxima expresión con los diez de 2009-10 y de la temporada 2010-11, en la que el 34,5% de los empleados por Caparrós eran de ese origen. En la última década forman de largo la colonia más importante de Bizkaia a excepción de los nativos del territorio. De diez años aquí, sólo ha habido una temporada en la que no hayan supuesto más del 25% de los jugadores empleados. Fue el pasado curso, cuando con cinco (Iraizoz, San José, Kike Sola, Gurpegui y Muniain) su influencia bajó a un 19,2%. Con la llegada de Eraso y Raúl García se eleva al 28%. El balance de los últimos veinte años se resume en que han formado el 19,5% de las plantillas rojiblancas.
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Así se explican situaciones tan llamativas como que en la campaña 2010-11 había más navarros en el Athletic (9, Iraizoz, San José, Llorente, Orbaiz, Íñigo Pérez, Ion Vélez, Javi Martínez, Muniain y Ekiza) que en Osasuna (5, Miguel Flaño, Jon Echaide, Patxi Puñal, Kike Sola y Raúl García) o que en el último encuentro de Liga en El Sadar (en enero de 2014) los rojiblancos salieran con cuatro navarros en el once (Iraizoz, Gurpegui, San José y Munian) por ninguno los rojillos.
Txomin Nagore llegó en 1997 al Athletic, en donde estuvo dos cursos antes de irse al Numancia. A sus 41 años sigue en activo en el Iruña, de Tercera. Hoy visita al Valle de Egües en el que milita otro navarro que vino desde Osasuna al Athletic, Pablo Orbaiz.
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Nagore cree que hay tantos jugadores navarros en el Athletic porque «la cantera de Tajonar es muy buena y equipos como el Athletic, con su mercado reducido, se fijan mucho en ella». Al centrocampista le duele dejar el fútbol. Lleva dos años en el Iruña y sigue dándolo todo. Esta campaña ha jugado los dos partidos de Liga completos. «El Athletic siempre ha estado uno o dos escalones por encima de Osasuna. La gran ilusión de un canterano navarro es debutar con Osasuna, pero fichar por el Athletic es otra dimensión diferente. Dicen que el Athletic roba jugadores a Osasuna, pero yo lo que digo es que son el jugador o sus padres los que deciden dar el paso. Guste o no guste, el Athletic es una entidad de dimensión superior», reflexiona.
Navarros comprometidos
Lo que atrae de los jugadores navarros no sólo es su calidad, sino también los valores con los que llegan. Nagore, el futbolista de equipo por excelencia, cree que hay un perfil del jugador de su comunidad. «Somos nobles, comprometidos y damos muy pocos problemas en los vestuarios. Esas virtudes están muy bien vistas y no sólo a nivel del Athletic», resalta.
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Félix Tainta pasó en su etapa como jugador por Osasuna B, Alavés, Numancia y Nástic. Desde hace años es agente de jugadores. Uno de ellos en Williams, que llegó al Athletic desde el Pamplona. «El navarro es un jugador con mucha implicación, muy honesto, de hacer piña, trabajador y sacrificado», resume.
El Txantrea lleva 44 años como club convenido del Athletic. Los últimos en incorporarse son los cadetes Mikel Cubillo e Izan Lekunberri. «Aunque es algo que se está perdiendo, en Navarra siempre ha habido más facilidad para jugar en las calles de los pueblos y además los frontones también han ayudado», explica su presidente, José Luis Nagore.
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Lamikiz reaccionó a las pegas que le puso Izco con el fichaje al final de la campaña 2004-05 de dos cadetes de Osasuna, Eraso e Isma López. «El Athletic está demostrando una actitud prepotente y de desprecio hacia Osasuna», respondieron los pamploneses. Poco después llegó Muniain, desde el Txantrea, club convenido, y un año más tarde Javi Martínez. «El Athletic es el más potente que hay en Euskadi y eso genera recelos en los otros. Además, oponerse al Athletic también vende mucho», indica el abogado de Busturia.
La llegada de Javi Martínez
Una de las explicaciones que encuentra el expresidente del Athletic a tanta presencia de navarros es el olfato de Félix Burgi, ojeador del Athletic en Navarra los últimos quince años. «Es una figura clave. Tiene un ojo tremendo para detectar talento», elogia. «Él fue quien nos habló de Javi Martínez. Nos dijo que era un pedazo de jugador y que había que ficharlo, que merecía la pena pagar sus 6 millones de cláusula pese a que ni siquiera había debutado con el primer equipo. Debíamos hacerlo rápido o corríamos el riesgo de que se fuera porque tenía otras ofertas», evoca.
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Es el jugador navarro que peor ha hablado del Athletic. Antes de firmar, dijo que nunca iría a ese club porque trató muy mal a su hermano Álvaro. «Gorka Izagirre (directivo suyo) fue a hablar con la familia y les convencimos. Para que no estuviera solo en Bilbao fichamos a Javi y a su hermano, al que cedimos al Sestao». La llegada de Raúl García es aplaudida por Nagore. «Me parece un fichaje muy bueno. Tantos años en Atlético y con tanto protagonismo dice mucho sobre él. Es un acierto total del Athletic».
Tainta destaca desde Pamplona que Osasuna ha vuelto a conformar un equipo con muchos canteranos. Tres de ellos ya están en la agenda del Athletic. Son los centrocampistas Mikel Merino (19 años, internacional sub21), Berenguer (20) y Olavide (19). Por el primero el Athletic se interesó, pero Osasuna contestó con unas altísimas exigencias económicas. Ibaigane, que quería al futbolista para el filial, se retiró al ver que los navarros no bajaban y al recibir el mensaje del jugador de que prefería seguir en Osasuna a militar en el segundo equipo rojiblanco.
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