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Equipo campeón de Copa de 1903 cuando aún mantenía la eqipación blanquiazul.
Historia rojiblanca

Cohetes y banda de música para los Campeones

El Athletic ganó la primera Copa del Rey en 1903 y a su vuelta a Bilbao los jugadores fueron recibidos como héroes

Mikel Iturralde

Domingo, 23 de agosto 2015, 00:00

"Procedentes de Madrid llegaron ayer mañana a Bilbao casi todos los jugadores de foot-ball vencedores en el partido jugado en la corte, en que ganaron el campeonato de España y la copa del rey, que es de plata cincelada y de gran gusto artístico y será expuesta en breve al público en los escaparates de la sastrería del señor Orensanz, en la calle del Correo". El 'Noticiero Bilbaíno' saludaba de esta forma el regreso del Athletic a la capital vizcaína tras ganar la Copa del Rey en Madrid. Los rojiblancos -aunque blanquiazules en esa época- daban ya alegrías a sus seguidores y cincelaban desde los comienzos los éxitos que les han dado fama mundial. Un caso único en la historia, como calificó el francés 'L'Equipe'.

A diferencia de deportes minoritarios (ciclismo, golf, hípica, caza, tenis) que la clase media no podía practicar por no disponer ni de dinero ni de tiempo libre, el fútbol tenía los fundamentos propios para ser bien acogido por todas las clases sociales. En esa época el fútbol no era noticia de primera página en los medios, mientras que la pelota vasca y la hípica, por ejemplo, hacían furor. Pero la situación cambiaría en lo años siguientes, convirtiendo al balompié en el deporre rey y al club bilbaíno en uno de los equipos que dominaba las competiciones españolas

En abril de 1903, el Athletic había conseguido unir en un único club a los dos equipos que rivalizaban por la supremacía en la capital vizcaína: el Athetic Club, compuesto en su mayoría por jugadores locales (a excepción de Milis, uno de sus socios fundadores), y el Bilbao F.C. (el 29 de marzo de 1903 da fin a sus trayectoria), en que es habitaul la alineación de deportistas ingleses (a los Ansoleaga, Arana y Renovalle se unen Cockanz, Lungford, Mangkins, Ledik, Dyer, Lee y Evans). La unión hace la fuerza y los blanquiazules -el color habital de aquellos años- se arman de forma considerable para enfrentarse a los clubes españoles.

No es de extrañar, por tanto, que el Athletic levantara el trofeo en la primera Copa del Rey. Se disputó entre los días 6 y 8 de abril de 1903 en Madrid. Ya el año anterior el Athletic Club conquistó la Copa de la Coronación, oficialmente Concurso Madrid de Foot-ball, una competición organizada como parte de los festejos por el inicio del reinado personal de Alfonso XIII, al alcanzar la mayoría de edad. Fue la primera competición futbolística a nivel nacional celebrada en España. Y el públicó reaccinó con gran entusiasmo. De ahí que se decidiera proseguir con el torneo, que patrocinó el propio rey,

Los clubes más importantes fueron invitados, pero la mayoría declinó participar. Así rehusaron a jugar el torneo los equipos de Vigo, Huelva, Salamanca y San Sebastián. El F.C. Barcelona, finalista de la Copa de la Coronación, tampoco aceptó la invitación. Finalmente se inscribieron tres equipos: el Madrid F.C. (club organizador), el Club Español de Football (al que se incorporaron algunos refuerzos del Iberia F.C.) y el Athletic Club.

Remontada y victoria

El sistema de competición elegido para la disputa del torneo fue el de una liguilla todos contra todos a una sola vuelta. El 6 de abril, el Madrid F.C. abrió el torneo goleando al Español de Barcelona por 4-1. Al día siguiente, el Athletic Club hizo lo propio con los catalanes ganando por 4-0. Ante 5.000 espectadores, en el partido definitivo, el Madrid F.C. comenzó jugando mejor que su oponente; al descanso ganaba 2-0. Sin embargo, el Athletic completó una gran remontada en la segunda parte y dio la vuelta al partido. El marcador reflejó un 2-3 al final del encuentro. Seis jugadores del Athletic se habían proclamado campeones de la Copa de la Coronación el año anterior con el Club Vizcaya.

Desde las dos y media de la tarde el Paseo de la Castellana parecía ayer el camino de la Plaza de Toros. Los tranvías del Hipódromo iban atestados de gente. El interés de los espectadores era enorme. El público seguía todos los incidentes de la lucha mostrando su imparcialidad en todos los momentos. Cuando un jugador hacía un golpe de habilidad o fuerza uno se fijaba la atención en si lucía la blusa azul y blanca de los bilbaínos o la blanca de los madrileños. Los dos teams (sic) estaban formados del siguiente modo: Por el Madrid, Johnson, Giralt M., Molera. Giralt A., Giralt P., Normand, Vallarino, Revuelto, Neyra, Romero de Tejada y Parajes. En el Athletic, Acha, Silva, Arana A., Goiri, Cockran, Ansoleaga, Sota, Caseaü, Montejo, Astorquia y Ewans". La 'Correspondencia de España' incluía en su primera página la crónica del encuentro que se decantó del lado bilbaíno. "Cada gol era saludado con frenéticos aplausos. Ambos teams (sic) han jugado con verdadero acierto y entusiasmo. Felicitamos a vencedores y vencidos, pues la derrota ha sido honrosísima", decía el diario madrileño.

Los periódicos de la Villa también festejaron, como no podía ser de otra forma, el triunfo de los de casa. 'El Nervión' refleja en su primera página el acontecimiento, donde se expresa "nuestra enhorabuena a los que formaron el 'eleven' y a la sociedad Athletic Club. Los jóvenes jugadores del Foot-ball vienen entusiasmados de su brillante triunfo, que indiscutiblemente así puede llamarse". También su colega 'El Noti' daba cuenta del partido y se felicitaba por la consecución de la copa. "En Madrid se ha constituido una filial del Athletic", anunciaba el periódico bilbaíno.

En ambos diarios, se mencionaba expresamente la alegría y alborozo que los aficionados habían experimentado a la llegada de los jugadores a la capital vizcaína. "Fueron recibidos los sportmans en la estación por una comisión del Athletic y la mayoría de socios, disparándose cohetes y tocando la banda del Regimiento de Garellano en el andén. Despues, tocando los músicos un pasodoble, se trasladaron los expedicionarios y acompañantes al domicilio del club, situado en la calle Nueva, donde continuó la alegría y la animación". El festejo de 1903 fue el comienzo de algo que casi se convirió en una tradición. Porque las finales las disputaba casi siempre el Athletic. Y sus éxitos se celebran por todo lo alto.

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