De Marcos, el referente

Ernesto Valverde considera que el de Laguardia es el futbolista ideal para hacer grupo en el vestuario, más allá del rendimiento que pueda ofrecer un futbolista que abordará su 16ª temporada y que acumula 532 encuentros oficiales con el Athletic. Después de la labor realizada por Muniain este último curso a la hora de liderar a la plantilla desde dentro y de integrar a los más jóvenes en el espíritu rojiblanco, el técnico de Viandar de la Vera considera que De Marcos puede ejercer a la perfección ese papel, asumir esa jerarquía, en la que se supone puede ser su última temporada como futbolista rojiblanco. Junto a él contará con otros 'veteranos' como Vesga, Iñaki Williams, Lekue, Herrera si continúa en el grupo o Unai Simón, o jóvenes que parecen llevar toda una vida en el club como Dani Vivian, para que el vestuario circule en la dirección correcta en una temporada que se presenta intensa y complicada con cuatro competiciones en cartera.

El alavés fue fichado hace 15 años como delantero por 360.000 euros. Es lo que pagó Ibaigane al Alavés por un joven que, en principio, iba a integrarse en la estructura del filial. Solo disputó un partido con el Bilbao Athletic porque le reclamó Joaquín Caparrós y ya no volvió a bajar nunca más. Ha llovido desde entonces. 15 temporadas y 532 partidos figuran en la hoja de servicios del defensa, quien ha ganado una Copa, dos Supercopas, jugado la Champions y un total de ocho finales. Tras seis campañas fuera de Europa De Marcos regresará como capitán al fútbol continental con la misión de volver a ilusionar a una afición que le vio disfrutar por fin del título en La Cartuja.

De vuelta a sus orígenes rojiblancos, el de Laguardia no acababa de volar con Caparrós y su presencia en el once era irregular e intermitente. El estallido se produjo bajo el mando de Marcelo Bielsa, quien le convirtió en mediapunta y le dio toda la confianza del mundo. En el primer año del argentino jugó 56 partidos y dos finales e hizo gala de un extraordinario despliegue físico. A nadie le sorprende por lo tanto que haya franqueado con holgura los 500 partidos con la camiseta rojiblanca, cifra que solo superan Iribar (614), Muniain (560) Txetxu Rojo (541), Etxeberria (514), Iraola (510) y Susaeta (507). Esta última temporada ya ha dejado atrás a estos tres últimos y el siguiente es Rojo I. Alcanzaría también al de la Txantrea si mantiene la regularidad que ha mostrado el último curso, y más teniendo en cuenta el intenso calendario que le espera al grupo de Ernesto Valverde entre otoño e invierno.

De momento, dispondrá de una temporada más en la que volverá a trabajar como lo hace desde el primer día. En el cuerpo técnico se considera que la más que posible llegada de Andoni Gorosabel procedente del Alavés restará minutos de juego a De Marcos, pero con cuatro competiciones, el lateral de Laguardia está claro que seguirá aumentando su lista de encuentros como rojiblanco.

Pero su papel principal, sin duda, será la de ejercer de capitán del barco, ese futbolista que en la última temporada ya compartió galones con Iker Muniain y que ahora se queda como el gran referente para sus compañeros. Esa voz que ya se dejó oir durante los vídeos de despedida de sus compañeros, como sucedió en el adiós del navarro, y que se dejará sentir entre las paredes del vestuario rojiblanco como ese referente en el que confía Ernesto Valverde para mantener el orden y el buen ambiente.