Laporte, un regreso obligado por la expulsión de Vivián
«Es una vergüenza,no es ni falta», proclamó el central de Vitoria al ser expulsado en Mestalla tras la revisión del VAR
Igor Barcia
Sábado, 20 de septiembre 2025
De Getafe a Valencia hay siete años y nueve meses de espacio en la vida deportiva de Aymeric Laporte. El 19 de enero de 2018, ... en el Coliseum, fue el último encuentro que el central de Agen jugó con la camiseta del Athletic. Empezó entonces una trayectoria por el Manchester City, el equipo que pagó su cláusula de rescisión, y por el Al Nassr hasta regresar a su casa, al Athletic. Esta noche en Mestalla el 14 vivió su 'redebut' rojiblanco. Eso sí, obligado por las circunstancias. El plan de Ernesto Valverde pasaba por llevarle a Valencia para que Laporte se fuera integrando a la dinámica de grupo como una fase más de su puesta a punto –«tenía pensado que entrara, pero no con estas apreturas», dijo después el técnico–, pero la roja que mostró el colegiado Miguel Ángel Ortiz Arias a Dani Vivián a la hora de encuentro aceleró el regreso del francés.
No fue desde luego el regreso esperado de Laporte, ni por las formas ni por el desarrollo del encuentro en esa media hora final que disputó el de Agen. Hasta ese momento, el Athletic había dominado la primera parte y en la segunda apenas había creado ocasiones, pero tampoco pasaba apuros defensivos hasta que en un balón largo Vivián frenó en falta a Santamaria y la llamada del VAR al colegiado comenzó a complicar el partido de Mestalla al Athletic. Advertido para revisar la jugada, el colegiado entendió que el central de Vitoria era el último rojiblanco y que Santamaria había sido frenado en una acción manifiesta de gol. Una decisión cuestionable pero que se resolvió con roja a Vivián, que se fue del campo proclamando a los cuatro vientos que era una vergüenza la revisión del VAR y que no había sido ni falta.
Pero la realidad es que el Athletic se quedaba con diez a falta de media hora de encuentro y que Valverde, que estaba en la grada cumpliendo el segundo de sus cuatro partidos de sanción, tuvo que echar mano del único central que tenía en el banquillo. Tres minutos después Laporte entraba en el campo en sustitución de Berenguer para formar pareja de centrales con Paredes.
Lo cierto es que a partir de ahí el Athletic fue cuesta abajo en Mestalla. Llegó el primer gol del Valencia en un despiste defensivo de Iñaki Williams en el primer palo en un saque de esquina y los rojiblancos no supieron reaccionar ante un rival muy limitado pero al que el gol y la superioridad numérica dieron alas hasta el punto de dejar en evidencia a la defensa bilbaína. No es que los males defensivos fueran culpa de Laporte, pero sí se evidenció la ausencia de un Vivián que es el jefe de la línea de contención, y también que el ex del City y del Al Nassr todavía se encuentra lejos de su mejor nivel. Y es comprensible, porque el último encuentro que había disputado con el club árabe data del 30 de abril y tampoco realizó la pretemporada con el resto de sus compañeros. Pese a que Mikel González, director deportivo del Athletic, aseguró el jueves que les había «sorprendido» el estado de forma del jugador a su llegada a Lezama, a Laporte le queda el rodaje y el tono físico que dan los partidos. Es cuestión de tiempo.
Momento complicado
Su salida al campo coincidió con los mejores momentos del Valencia y con un ataque de refresco donde Beltrán, Ramazzani y Hugo Duro se dejaron sentir. Acompañados del siempre presente Santamaria, la defensa del Athletic sufrió mucho y de hecho el propio Laporte estuvo a punto de marcar en propia meta, con un despeje a centro de Ramazzani que se fue al larguero.
Para cuando el Valencia se puso por delante en el marcador, Valverde ya había realizado cuatro de sus cinco cambios y había apostado por reforzar muscularmente al equipo con la entrada de Vesga, Unai Gómez y Maroan. Se trataba de preparar a los rojiblancos para aguantar hasta el final el presumible acoso de un Valencia en superioridad. En el recuerdo estaba el tremendo esfuerzo que realizó el martes el Athletic frente al Arsenal.
Pero ese rearme saltó por los aires con el gol del Valencia. El cambio de planes, la necesidad de mirar a la portería rival con un jugador menos, fueron demasiado para un Athletic que desde ese momento evidenció graves costuras defensivas. Unai Simón salvó dos claras acciones de gol al filo del minuto 90 y la acción del segundo tanto del equipo de Corberán tuvo como doble protagonista a un Aitor Paredes que primero rompió la posibilidad del fuera de juego y después se vio adelantado por Hugo Duro.
Terminó de la peor manera una semana para olvidar, con tres derrotas consecutivas, cero goles a favor y cinco en contra, y la expulsión del líder de la defensa. Y un regreso de Laporte que quedó adelantado por la necesidad.
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