El Athletic despide una temporada para el recuerdo
En condiciones normales, la visita del Barça levanta pasiones. Esta noche, lo que importaba era el homenaje a De Marcos
Juan Carlos Latxaga
Domingo, 25 de mayo 2025
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Juan Carlos Latxaga
Domingo, 25 de mayo 2025
Dentro de unos años todos seguiremos recordando y añorando a Óscar De Marcos y solo los muy cafeteros se acordarán de las circunstancias o del ... marcador de su último partido. En condiciones normales, la visita del Barcelona a San Mamés desata pasiones. No era el caso ayer. Lo importante era lo que sucedió antes y después del partido. Por una vez y sin que sirva de precedente, el pan interesaba más que el jamón del bocadillo.
Porque el trámite de los noventa minutos era anoche solo eso, un formalismo que había que cumplir para dar por concluida oficialmente la temporada. Dentro de unos años solo los muy cafeteros se acordarán de que el Athletic perdió el último partido de un curso que fue tan brillante que le sobraron dos jornadas para conseguir el billete para la Champions y en el que amarró el cuarto puesto a falta de un partido.
Como la memoria del aficionado a veces tiene una cierta tendencia al masoquismo, serán muchos los que dentro de unos años recordarán este curso como aquel en el que el Athletic no consiguió llegar a la final europea que se disputaba en su estadio. Si todavía recordamos aquel curso de 1977 como el de las finales perdidas y solo después del lamento pasamos a celebrar el fútbol de altísimo nivel que nos regaló aquel Athletic de Koldo Agirre, es previsible que nos ocurra lo mismo cuando evoquemos la temporada que acabamos de despedir: solo después de maldecir la semifinal europea, nos acordaremos de los grandes momentos de fútbol que nos ha dado este equipo durante todos estos meses.
Aunque el equipo rojiblanco no haya alcanzado una de las metas que se propuso, hemos disfrutado de un camino en el que los récords positivos han ido cayendo como bolos, uno detrás de otro; un camino jalonado por hitos ciertamente brillantes en forma de victorias y de exhibiciones de fútbol basadas en un repertorio lo suficientemente amplio como para adaptarse a las circunstancias cambiantes que hay que sortear a lo largo de una temporada, siempre larga y más exigente cada año que pasa.
Si el partido de ayer tenía un relativo interés aunque solo fuera por la identidad del rival, se quedó pronto sin historia por una de esas 'ausencias' que el Athletic ha sufrido últimamente. Europa se le escapó en un cuarto de hora fatídico y anoche Lewandowski liquidó el partido en cinco minutos con dos goles producto del despiste de los centrales y del infortunio de Unai Gómez peinando un saque de esquina para descolocar a Simón.
Con semejante desventaja en el marcador cuando no se habían cumplido los veinte minutos de juego y con una alineación con ausencias notables, al Athletic le tocó correr detrás del balón ante un Barcelona que se desenvolvía con comodidad con prácticamente todos sus titulares en el campo.
Quedaba pasar el trago de la mejor manera posible y a los de Valverde hay que agradecerles otra vez su espíritu de combate. No bajaron los brazos y buscaron su suerte sobre todo por la vía del reaparecido Nico Williams, muy activo en la banda, como queriendo compensar el tiempo perdido en el último mes por culpa de sus problemas físicos.
No les alcanzó ni siquiera para buscarle las cosquillas a un rival que no necesitó emplearse a fondo para tener el partido siempre bajo control. Tocaba pues dejar que corriera el reloj y celebrar la despedida de un futbolista histórico que ha trascendido más allá del puro juego. Aunque el Athletic lo siguió intentando, sus mejores ocasiones, además de irse al limbo por remates defectuosos, estuvieron previamente invalidadas por fueras de juego.
El partido sirvió para calibrar mejor el mérito que ha tenido el Athletic para culminar esta extraordinaria temporada. Baste con observar y comparar los dos 'nueves' que se movieron sobre el césped y sus circunstancias. También sirvió para reafirmar, si es que eso hiciera falta a estas alturas, lo que es este equipo y este club, personificado anoche por Oscar De Marcos, a quien acompañaron 50.231 seguidores que abarrotaron el campo porque quisieron estar presentes en su despedida un domingo por la noche en un partido sin nada en juego, aunque con todo por celebrar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.