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Aimane Sannadi, el único hermano varón de Maroan, lo explicó en un reportaje con este periódico. «Su vida se basa en Dios. Lo hace todo ... con la fe por delante. La religión le ha hecho ser muy disciplinado. Verás cuando meta un gol verán cómo lo celebra. Se agachará a rezar. Lo ha hecho con el Barakaldo. Es como decir 'gracias a Dios'», dijo a EL CORREO.
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Maroan se ha estrenado en su tercer partido y en su primera titularidad en San Mamés como goleador rojiblanco. Ernesto Valverde le tiene una gran fe y le ha colocado por segundo encuentro consecutivo como titular.
El jugador fichado desde el Alavés y que estaba cedido en el Barakaldo se ha comportado como un nueve de referencia en el tercer gol del partido. Ha cargado el área y ha rematado con la derecha un centro de Berchiche.
Emocionado, ha corrido hacia un banderín de córner, se ha dejado arrastrar de rodillas y ha recibido el abrazo de sus compañeros, un grupo que le ha recibido con los brazos abiertos.
Cuando se ha quedado sólo ha llegado el momento de la intimidad. Se ha agachado y ha agradecido a Dios el momento. Y luego ha señalado hacia la zona del estadio en la que estaban sus cercanos para darles las gracias con un gesto.
Maroan es muy religioso. Cumple con el Ramadán, a punto de empezar. «Siempre tiene a Dios con él y se siente protegido. Eso es muy importante para él. Es una de las cosas que le han llevado al éxito. Incluso cumple con las cinco oraciones al día. Estar tan cerca de Dios es clave en lo que le ha pasado porque le ha hecho dejar de lado cosas como la fiesta, que le podían haber desviado del camino», explica su íntimo amigo Fouad Zannaoci, árbitro en Tercera RFEF.
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