Los de Garitano se lo juegan todo en una semana

La jornada no ha resultado propicia para los intereses rojiblancos. A su derrota en el Santiago Bernabéu, se sumó el triunfo del Getafe ante el Sevilla y la victoria del Valencia contra el Betis. Estos resultados han roto la clasificación para los bilbaínos que, a falta de cinco jornadas, quince puntos, se encuentran a seis del sexto puesto. ¿Qué se debe hacer? Pues un final de la Liga inmaculado, sin dejar en el camino ningún punto, y esperar que alguno de los de arriba -el Valencia está en semifinales de la Europa League y el Sevilla es el rival de la última jornada en el Sánchez Pizjuán- pinche. Pero para llegar con opciones a ese tramo definitivo, los de Garitano no pueden permitirse tropezar mañana frente al Leganés, ni en el duelo directo contra el Alavés. Todo lo que no sea ganar, transformaría la sexta posición en una quimera y complicaría también la séptima.

El final está cerca. Y, por supuesto, ningún hincha del Athletic pensaba que a estas alturas el equipo estaría echando cuentas para entrar en Europa. Sí, quizá imaginaba un escenario tranquilo, en la mitad de la tabla, con un confortable colchón sobre el descenso. Pero nada de lo que está sucediendo gracias a los resultados obtenidos desde que el 10 de diciembre Garitano dirigió su primer duelo de la Liga. Se ha rozado con la punta de los dedos el Viejo Continente, pero las derrotas en Getafe y en el Bernabéu lo han convertido en un asunto muy complicado, que seguirá siendo posible si se supera a la escuadra del Sur de Madrid y al grupo vitoriano.

El primero de esos duelos, además, volverá a ser un examen para este Athletic que cojea a domicilio. Lo dijo después de tumbar al Rayo en San Mamés el entrenador: «Hará falta dar un paso más fuera de casa». Pues bien, no se dio en el Bernabéu y debe ser en un Butarque en el que su anfitrión solo ha perdido dos encuentros y ha cedido trece goles. Un terreno, por tanto, nada fácil, donde además el Athletic nunca ha ganado: un empate y una derrota. Europa está lejos de San Mamés: de los cinco partidos que restan para clausurar la temporada, tres (Leganés, Valladolid y Sevilla) se vivirán lejos de La Catedral.

Afirmó el domingo Muniain que el equipo todavía Europa enfocada, que la derrota no les desviaba «del objetivo», pero sí provocaba que las balas en la recamara se hayan gastado y no valen despistes ni errores, como los que costaron el gol del Getafe en el Alfonso Pérez o los que aplastaron a los bilbaínos contra el grupo de Zidane.

En caso de que la moneda salga cruz, al Athletic le quedará echar el resto por el séptimo puesto, que provoca que el toque de diana de la pretemporada se adelante a últimos de junio o primeros de julio, porque el primer duelo oficial será antes de agosto. «Sería un placer jugar previas para estar en Europa», dijo el viernes en este periódico Córdoba. No obstante, eso provocaría la necesidad de refuerzos en la plantilla porque la temporada se puede llegar a hacer muy larga.