La gabarra vuelve a casa
La embarcación descansa de nuevo en el Museo Marítimo hasta que el Athletic vuelva a ser campeón
Ha sido la protagonista de la semana pasada. Toda Bizkaia esperaba verla el jueves sucar la ría con los jugadores del Athletic a bordo para festejar el triunfo copero. Fue histórico -cuarenta años hubo que esperar- y emocionante a partes iguales. Flotó y aguantó un fiestón como pocos -o ninguno- se viven en el territorio. Y después de tanta juerga, porque la hubo y mucho, tocaba volver a 'casa'. La gabarra ha regresado esta mañana al Museo Marítimo, donde permanecerá hasta que el club rojiblanco vuelva a ganar un nuevo título.
«Hemos vivido unos días inolvidables de comunión entre equipo y afición alrededor de la gabarra. Ahora ya descansa en el Itsasmuseum de nuevo hasta la siguiente vez que seamos campeones», ha compartido el Athletic en Twitter.
⚓🫂 Hemos vivido unos días inolvidables de comunión entre equipo y afición alrededor de La Gabarra.
— Athletic Club (@AthleticClub) April 15, 2024
Ahora ya descansa en @Itsasmuseum de nuevo hasta la siguiente vez que seamos campeones.#UniqueInTheWorld 🏆 #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/unXDuE8Hfl
La gabarra, una pontona de 58 toneladas, volvió a la ría el pasado lunes para su puesta a punto. Desde primera hora se realizaron las maniobras pertinentes para sacarla del dique del Museo y ubicarla en el agua para evitar sorpresas el día señalado. Tras casi cuatro horas de trabajo, tocó agua de nuevo. Y flotó, ante la atenta mirada de decenas de curiosos que no quisieron perderse el momento. A la mañana siguiente, de madrugada, hizo el recorrido de 'incógnito' y puso dirección Getxo, donde permaneció hasta jueves.
Y llegó el día del rito. De la gabarra. El Athletic, como campeón de Copa, y surcó otra vez el Nervión sobre su barcaza. Un millón de aficionados en las dos márgenes de la ría y en las calles de Bilbao, teñidas de rojo y blanco, acompañaron su paso a base de cánticos, aplausos y pirotecnia. Las imágenes de la gabarra navegando sobre una marea humana de aficionados asombraron al mundo y permanecerán en la historia del deporte. Ni qué decir en la memoria de los athleticzales.
Tres días después de que cumpliera como una txapelduna más, la gabarra ha vuelto a su casa este lunes, al Museo Marítimo. Lo ha hecho para descansar y coger fuerzas para la siguiente travesía. Y todos esperamos que sea antes de cuarenta años. Iribar ya se lo dijo al Rey: «Nos vemos el año que viene». Quién sabe...