«En Bilbao es fácil tener una peña, aquí...»

Ese día, tomaron la decisión de fundar la peña Athletic Club Montijo y se convirtieron en uno de los grupos más antiguos de España. La mayor parte de los seguidores lo son por la admiración hacia unos jugadores de pueblo que plantaban cara a los todopoderosos Real Madrid y Barcelona, e incluso arrebatándoles títulos. Otros son hijos de aquellos miembros, como el presidente actual, Juan Romero. «A mi padre le gustaba mucho y a mí me lo inculcó, como muchos progenitores han hecho», explica. Al principio llegaron a ser ciento y pico socios. Ahora son la mitad.

A pesar de haber visto reducido el número de adeptos, los integrantes actuales son «como una familia», unidos por un equipo único y una forma de pensar diferente. «Es difícil expresarlo a los que no son del Athletic», reconoce Romero. El presidente saca pecho de su grupo y reivindica la importancia de la existencia y esfuerzo que hacen los peñistas de fuera de Euskadi. «Lo nuestro tiene mucho valor porque luchamos todo el año para seguir adelante con diferentes iniciativas. En Bilbao es fácil», expresa.

Entre las actividades que organizan durante el año destaca la venta de 300 décimos de Lotería en Navidad, organizar viajes junto a otras agrupaciones, asambleas, comidas, y la peregrinación anual a Bilbao. «Desplazarnos hasta Euskadi nos cuesta 1.600 euros el autobús, así que hay que recaudar. Y creo que no se le da valor a eso. Hay que trabajar y moverte mucho, y siento que el club no nos muestra mucho agradecimiento», confiesa Romero. Le duele que cada vez que van a La Catedral les coloquen «con los aficionados del equipo de fuera». «No lo entiendo, nosotros somos una peña oficial, no visitantes», lamenta.

Aun así, los miembros de Athletic Club Montijo seguirán al pie del cañón mostrando todo su apoyo a los leones allá donde vayan. En el pueblo cuentan con una sede enorme, un local de 150 metros cuadrados preparado para ver los partidos y pasar ahí la tarde jugando al futbolín y tomando tragos. Cada tres meses se juntan para disfrutar con una paella o una caldereta, y los días de fútbol se lo pasan comiendo pintxos. «Siempre nos juntamos los más forofos», detalla Romero.

Sin embargo, el plan de reunirse será inviable para ver las finales de Copa. Romero ve complicado congregarse y teme que el toque de queda y las restricciones se vean endurecidas por la Semana Santa. «Pues si juega a las 21.30 horas y tenemos que estar a las once de la noche en casa, ya me dirás. Es una pena, porque nos lo pasamos muy bien», subraya el presidente.

Acompañados o solos, lo que está claro es que los rojiblancos de Montijo no se van a perder los encuentros por nada del mundo. Las ganas de ver otra vez a su equipo levantar la Copa les hace creer que es posible. «En un partido puede pasar de todo, así que claro que hay opciones. Pero si hay que elegir, yo prefiero que gane al Barça, sobre todo pensando en el futuro, porque podríamos jugar en Europa», afirma el portavoz de los hinchas pacenses.