El reciente relevo del entrenador ha variado la mentalidad, por lo menos a corto plazo, del Celta. Parece que se ha reactivado el espíritu de ... los jugadores, aunque habrá que analizar en las jornadas venideras si la tendencia se mantiene a medio y largo plazo o es, simplemente, una reacción efímera por el cambio de técnico. Una plantilla que, en las dos últimas temporadas, pese a disponer de un elenco de jugadores interesantes, ha transitado por la zona peligrosa de la tabla y solo ha conseguido mantenerse a flote por el magnífico rendimiento de Iago Aspas.
El nuevo estilo que quiere imponer el Chacho Coudet requiere un esfuerzo físico y mental intenso. Una defensa de cuatro hombres, un pivote defensivo, tres volantes de ataque y dos delanteros. La agresividad en la presión comienza por los delanteros, muy activos y predispuestos para agobiar al rival, obligando al oponente a arriesgar en la salida del juego o a dividir la posesión del balón. La voluntad de reducir los espacios tan drásticamente pone en riesgo la estabilidad defensiva, teniendo en cuenta que los futbolistas que juegan por delante de Tapia, pivote defensivo, tienen un talante absolutamente ofensivo. Si la primera presión no es lo suficientemente efectiva, corren el riesgo de partirse en dos bloques. Además, los centrales del equipo gallego no son, a excepción de Aidoo, demasiado veloces para conjurar situaciones límite.
En estos dos últimos encuentros, el conjunto celtiña ha sido mucho más dinámico y ha demostrado una mayor implicación colectiva. También han sido mucho más incisivos de cara a la portería contraria. El nuevo y valiente sistema de juego da mayor cabida a los buenos jugadores que tiene en su plantilla.
Rubén Blanco (1) ha recuperado la titularidad después de una lesión muscular de larga duración. Se ha mostrado seguro a pesar de encajar cinco tantos en los dos últimos partidos. Un portero con buenos reflejos en la portería y con algunas dudas en los balones aéreos.
Hugo Mallo (2), el capitán celeste, ha recobrado protagonismo con Coudet, después de mantener una tensa relación con el anterior entrenador. Agresivo, supera sus carencias con un gran derroche de energía y entusiasmo. El argentino Olaza (15) ocupa el puesto de lateral izquierdo. Maneja bien la pelota, tiene un excelente golpeo de balón y se atreve con el lanzamiento a puerta desde lejos. Ambos laterales han tenido que reprimir sus intenciones atacantes por la nueva disposición del equipo, principalmente en los partidos lejos de Balaídos. Araújo (4) puede mantener su puesto en el equipo si el ghanés Aidoo (18) no se recupera de unas molestias musculares. El mexicano posee un poderoso juego aéreo, pero con mucho espacio a sus espaldas es un jugador desbordable. Aidoo es un defensa con grandes condiciones físicas pero irregular en su rendimiento. Murillo (24), veteranía y experiencia, domina el juego aéreo y, como Araújo, sufre con espacios a su espalda.
El peruano Tapia (15) se desenvuelve como único pivote en el medio del campo. Ayuda en la salida del juego desde atrás colocándose entre los dos centrales y necesita jugar plenamente concentrado para tapar los espacios que se generan con el cariz tan ofensivo del equipo. Por delante se sitúan tres volantes de naturaleza muy atacante. En la banda derecha juega Brais Méndez (23), un jugador con una excelente técnica individual, regate y buen disparo. Mezcla bien con Aspas. Le falta continuidad en las acciones. Denis Suárez (6) colabora con Tapia en la creación y elaboración del juego. Tiene una buena relación con el gol pero su nueva ubicación en el equipo, más alejada de la portería, le restará opciones. Por la izquierda, el veterano Nolito (8), sigue respondiendo con goles y asistencias. Ha perdido velocidad, pero ha mejorado su implicación con el equipo.
En el ataque, Santi Mina (22) se ha convertido en la pareja idónea para Aspas. Es veloz, fuerte, aguerrido, un incordio constante para las defensas. Junto a él, Iago Aspas (10). El alma del equipo, totalmente identificado con su club. Crea juego cuando se descuelga de la zona de ataque, asiste con precisión a sus compañeros y es determinante ante la portería contraria. El Athletic necesitará todos sus recursos defensivos para minimizar al máximo la influencia que tiene en el juego.
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