Urgente Un accidente en Ugao-Miraballes obliga a cortar la BI-625
Los hermanos Nico e Iñaki Williams. EFE

Dos cabalgan juntos

La temporada de Iñaki está siendo espectacular. Es mejor cuando su hermano está en el campo. Se le nota hasta en la cara cuando mira al otro costado y encuentra al brother

Sábado, 2 de marzo 2024, 00:03

Lo vivido el jueves engrosa ya esa lista de noches imborrables para los athleticzales. La víspera del 81 cumpleaños del Txopo volvió esa modélica comunión ... entre club y afición. Ya sabemos que, como dijo Valverde con su innata mesura, la conexión la tiene que prender el juego del equipo. También que en fútbol hay hinchadas igual de pasionales y entregadas a sus colores, que escenifican imágenes parecidas a las de San Mamés. Incluso que están a las duras y a las maduras como la zurigorri (algo ya no tan generalizado en nuestro entorno). Pero es de reconocer, porque así se percibe también desde fuera, que el plus de orgullo que en Bilbao se vive con el equipo, acrecentado cuando desde la singularidad se supera a auténticas selecciones mundiales, resulta difícil de parangonar. La rotunda victoria copera volvió a poner al Athletic en el mapa futbolístico, y la existencia por esta tierra de un verdadero milagro deportivo.

Publicidad

Cuando los once aldeanos versión 2024, y esa abnegada y orgullosa afición rojiblanca caminan de la mano lo imposible se hace probable. Y tiene lo suyo que este grupo vuelva a poner en su sitio a un gigante en lo presupuestario y en estatus, al que sólo en el césped se contestó a sus torpes desaires. Porque aunque la historia nos proteja (historiak babesten gaitu), como rezaba el tifo del fondo norte, el padre tiene presente y tiene futuro.

El Athletic ha juntado una muy destacable plantilla. Con dos enormes porteros (dos), con veteranos y emergentes que lo parecen en la retaguardia, un área creadora inesperada con las irrupciones de Prados y Galarreta, y mucha incisión arriba, calidad y recursos. Y aunque los altibajos sean inevitables, con combustible físico y mental se dan demostraciones como las producidas sobre todo en La Catedral.

Hay que detenerse, cómo no, en esa pareja de hermanos, una saga de moda que viene a suceder en el Athletic a otras como los Arieta, Rojo o Salinas. En el caso de los Williams no es sólo coincidir en el once, puede decirse que ambos se buscan, complementan e incluso mejoran su rendimiento individual cuando juegan juntos, llegados desde los flancos del ataque.

Publicidad

La temporada de Iñaki está siendo espectacular. Ha hecho olvidar críticas y se ha convertido en el corazón del equipo, con sus cualidades y su ascendencia en el colectivo. Potencia, velocidad y actitud. Pero es que el mayor de los Williams es mejor cuando su hermano está en el campo. Se le nota hasta en la cara cuando mira al otro costado y encuentra al brother.

Nico une calidad y desequilibrio al descaro de la juventud, una chispa que a veces le juega malas pasadas. Ayer era el momento perfecto de saldar la deuda contraída en el Villamarín, y vaya si lo hizo. En sociedad con su hermano, el uno asistiendo y el otro finalizando, tanto monta, tras galopar por la banda.

Publicidad

Uno de los mejores westerns de la historia, de John Ford, unía a James Stewart y Richard Widmark, dos servidores de justas causas, distintos, casi opuestos, uno predecible y recto, y otro dispuesto a saltarse las líneas trazadas para el mismo fin. Cabalgaban juntos y se hacían imbatibles. Ójala que los nuestros, en lugar del lejano Oeste, conquisten el próximo Sur.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad