Capa rompe su silencio: «Me he sentido despreciado por Marcelino»

– ¿Por qué no ha jugado esta temporada?

– Buena pregunta. Antes del inicio de la temporada tuve una lesión pequeña. Al regresar entrenaba fuerte como he hecho siempre y veía que no tenía mi oportunidad, que no me la daban. Tuve una conversación con el míster y me dijo que me veía triste, que estaba mal, que no entrenaba bien. Pero eso fue después de dos meses. Le dije que era normal, que veía que entrenaba y no tenía una oportunidad. A raíz de esa conversación con él me volvieron las ganas. Me dijo 'entrena y da lo mejor de ti', que igual llegaba la recompensa. Pasó mes y medio y seguía igual, sin ninguna oportunidad ni nada. En noviembre en el gimnasio me dijo que entrenase para mí.

– ¿Qué quería decir con eso?

– Le entendí como que entrenase para mí o para el día de mañana porque aquí no pintaba nada. Me preguntó a ver qué me pasaba, le dije que era el último mono del equipo y me dijo que no, que era el cuarto lateral. Para mí es lo mismo.

– ¿Cree que no le pone por no renovar?

– No. Ha dicho siempre que es decisión suya. Y en la charla de despedida a los jugadores dijo que todas las cosas que había hecho en el club habían sido sus propias decisiones.

- Es decir, usted cree que no ha jugado por una decisión...

– Suya. Muchas veces lees y escuchas y no sabes qué creer, si es del club o es de él. Lo que decidí es entrenar para estar bien el día de mañana.

– ¿Ha llegado a sospechar que no jugaba por no renovar?

– Sí, hasta hablar con él y con Rafa (Alkorta), que me dijo que ellos no tenían nada que ver, que era cosa del entrenador.

– ¿Usted le cree a Marcelino cuando le dice que no juega porque es el cuarto lateral?

– Sí, en ese momento le creí.

– Y con toda la campaña finalizada, ¿sigue creyéndole?

– Quiero pensar que sí. Al final el que lo sabe es él.

– ¿Qué tal se ha portado Marcelino con usted?

– Ha tenido más afecto y más trato con otros jugadores. Los que jugábamos menos no teníamos ese trato y esa cercanía con él. Y eso se nota. Estás en el gimnasio y va donde uno y habla con otro. Eso te hace pensar 'aquí no pinto nada'.

– ¿Se quejó ante el entrenador de esa situación?

– No. Pensaba que era una guerra que tenía perdida y no voy a meterme a armar ningún lío. Pasé del tema, iba y entrenaba lo mejor posible y para estar bien con los compañeros.

– ¿Ha tenido alguna bronca con él?

– No soy un chico de broncas ni de montar jaleo.

– ¿Por qué le dice que es el cuarto lateral?

– Me dijo que en su día la primera opción era De Marcos, luego yo y luego Lekue, pero nos lesionamos De Marcos y yo antes de empezar la Liga y dijo que ahí cambiaron los roles. Que metió a Lekue y si lo hacía bien no podía cambiarlo. Vi que no era ni el tercero porque estaba 'Petxa'.

– ¿Le dijo Marcelino que debía hacer para mejorar su situación?

– Me dijo que me veía desmotivado, desilusionado. Yo veo que entreno y no tengo recompensas. Me dijo un día 'imagínate, ahora te meto en el campo... Te veo entrenando y a veces tienes días buenos, pero otras veces estás como que no estás'. Es evidente, le contesté. Porque estoy desmotivado. A raíz de esa charla cambié el chip y aun así no tuve ninguna recompensa.

– ¿Ha sido justo Marcelino con usted?

– ¿Qué te voy a decir? Evidentemente, no, qué le vamos a hacer. Siento que conmigo no ha sido justo.

– ¿Le dijo si había algo en su juego que no le gustara?

– No. Solo me habló de que estaba desmotivado. Me vino en el partido de la Real en Anoeta a darme la mano en el vestuario y pasé porque no tenía ganas. Y esa semana tuve la charla con él.

– ¿Se ha sentido humillado por Marcelino?

– Humillado, no, pero despreciado. Era un fantasma allí. Entrenaba, pero nada más, no contaba para más. Siempre me dijo que tenía las puertas abiertas para hablar con él, pero para qué voy a ir si pienso que es una pérdida de tiempo.

– ¿Cómo se despidió de él?

– Se despidió del equipo y vino a dar un abrazo a cada uno, pero yo no sentía que tenía que darle ningún abrazo. Muchas veces lo hace antes de los partidos, y muchas veces no me salía. Lo hacía por respeto, nada más.

– ¿Ese último abrazo se lo dieron?

– Le di la mano, me dio un abrazo y una palmada en la espalda. No me salía.

– ¿La salida de Marcelino facilita su posible continuidad?

– Sería bonito porque es mi prioridad y es donde quiero estar, pero también te digo que no voy a cerrar ninguna puerta.

– Desde la grada se ha cantado 'Capa Askatu'. Esa gente no se cree su suplencia por motivos deportivos. ¿Están equivocados?

– Lees muchas cosas. Mucha gente ponía que no jugaba por tema del representante, que por tema de Alkorta y Elizegi. Otros por Marcelino. Cada uno saca sus conclusiones, pero él ha dicho muchas veces que ha sido decisión técnica de él y a día de hoy eso parece que es.

– Si entrara ahora Marcelino en este salón, ¿qué haría, se levantaría a saludarle, le daría un abrazo...?

– Para nada. Si me quiere saludar él, le saludaría normalmente, pero no creo que entablara una conversación con él.

– ¿Qué le ha parecido que compañeros como Raúl García, Muniain, Yeray... hayan pedido la continuidad de Marcelino?

– A ellos les ha dado la vida. Es normal. Cada uno lo mira desde su punto de vista.

– ¿Para usted es una buena noticia que Marcelino no siga?

– Sí, evidentemente. Es el que me ha tapado.

– Y el día de Osasuna sale al campo por sorpresa.

– Me vino en el minuto 80 en el banquillo y me dijo '¿quieres salir?' Por supuesto que quiero salir. Pues prepárate, calienta y sal. Esa es toda la conversación. No hablamos de ello ni antes del partido ni durante la semana, aunque en rueda de prensa dijo que podía tener unos minutos.

– ¿Y por qué le saca tras un curso de ostracismo?

– Era el último partido en San Mamés y podía ser mi despedida. Igual lo hizo por eso.

– ¿Le dieron ganas de decirle que salga otro?

– Sí, pero quería notar el cariño y el afecto de la gente. El recibimiento que tuve fue bonito. En las fotos saltando al campo parezco un chaval que debutaba.

– Tuvo la opción del Mallorca en enero. ¿Por qué no fue?

– Había cosas que no veía coherentes.

– ¿Qué va a hacer?

– Mi prioridad es quedarme aquí, hablar con los candidatos y que se interesen por mí.

– ¿Su agente ha hablado con algunos candidatos?

– Con Barkala y Arechabaleta.

– ¿Va a esperar hasta el 24 de junio?

– Mi idea es quedarme si es posible, pero también digo que no voy a cerrar ninguna puerta.

– ¿Cómo lo ha pasado emocionalmente?

– Es jodido. No soy yo, es mi pareja, mis padres, mis suegros... Te diría que soy el que mejor lo ha llevado. Al principio igual no, pero luego pasé del tema. Cuando me dice 'entrena para tí' lo tengo claro. Es lo que hay y no me voy comer la cabeza.

- ¿Le quitaba el sueño esta situación?

– No me lo quitaba, pero a veces te pones a pensar y no entiendes. Tantos partidos en Primera y joder '¿qué he hecho mal para que no me dé ningún minuto?'

– ¿No le preguntó por qué no le metió en la lista de transferibles en verano?

– No. Eso me lo he preguntado yo, pero no se lo pregunté a él.