En busca de otra gran noche ante el Barça

«Las noche locas del Athletic». Es el título de la crónica de este periódico tras el triunfo vizcaíno en San Mamés contra el Barcelona en los cuartos de final de la UEFA. Era el partido de ida, y la escuadra de Koldo Aguirre, con goles de Churruca y Dani, de penalti, volteó el tanto inicial de Asensi (2-1). Un buen resultado para la vuelta... «Allí metió dos goles Irureta», recuerda Dani. Dejó el irundarra en nada las dos dianas anotadas por Cruyff. «Nos dio mucha alegría», evoca el delantero de Sodupe. Y es que una formación con jugadores de la casa «había puesto Europa a sus pies» al eliminar a una escuadra con Migueli, Cruyff, Neeskens...

En Bilbao, en la extinta Catedral, en la ida, los vizcaínos atropellaron al cuadro culé: «Un juego arrollador, de genio, de furia, de raza, de los leones rojiblancos». Con una grada entregada. «Son las grandes noches del fútbol rojiblanco». Y Dani espera que se repita esta imagen el jueves. «San Mamés siempre nos ha llevado a ganar batallas. La afición tiene que ser un revulsivo y tirar del equipo». Apela a la grada porque siente que al Athletic le falta chispa, que le penaliza el trote físico que sufre, con dos prórrogas, la derrota del domingo, el empate en Cornellà... «No es el mejor momento para jugar contra ellos. La situación física no es buena. Para jugar contra el Barcelona se necesita estar físicamente al 120%. Esa es la clave. Tenemos que ahogarles, arrollarles, y ahora no estamos en el mejor momento en ese aspecto», lamenta un exfutbolista que también tumbó al Barcelona en la final de Copa de 1984, «con gol de Endika».

Se presentaba el Barcelona de Bobby Robson invicto en la Liga. Era la jornada 14, en noviembre. Y el Athletic de Luis Fernández consiguió lo que nadie había logrado ante una formación que contaba con nombres ilustres: Vitor Baia, Luis Enrique, Couto, Popescu, Guardiola... Y Ronaldo, que brillaba por encima de todos. Una de las claves del éxito local fue la defensa que el técnico de Tarifa construyó en torno a la estrella brasileña y a Luis Figo. «Preparamos muy bien aquel partido, como se debe. Era un buen Barcelona. Se pusieron por delante, pero nosotros tuvimos la fuerza suficiente para darle la vuelta al resultado. Además, ayudó San Mamés. El equipo tuvo una actitud muy buena», aplaude todavía el míster tarifeño. Sergio Corino, uno de los integrantes de aquel 'once', se detiene en el freno a Ronaldo. «Jugaba en punta y tenía grandes movimientos, a la espalda, al espacio. Jugamos con tres centrales, José Mari, Karanka y yo. Él siempre salía del primer regate, y la idea era que cuando lo hiciera, alguien estuviera ahí para hacer la cobertura». Y el plan salió a la perfección. «Ronaldo, el ausente», tituló este periódico un reportaje sobre 'El Fenómeno'. Abelardo adelantó a los culés en el minuto 25. Y hubo que esperar a la segunda parte para que José Mari y Julen Guerrero (minuto 62 y 76) voltearan el marcador. «Fue una noche mágica, como por ejemplo la semifinal de Copa contra el Sevilla de hace unos años. Son de esos partidos que te quedan marcados. Recuerdo que fue un choque con mucha intensidad, el ambiente fue increíble. Jugué, hice muy buen partido», evoca Corino.

De hecho, en un saque de esquina, los palos, los dos, impidieron que anotara una diana. El jueves espera que el Athletic repita victoria. «Es el momento idóneo para pasar la eliminatoria. Delante de tu gente, en San Mamés, a un solo partido...». Mientras tanto, Luis Fernández recuerda la ausencia de Luis Suárez... «Tienen a Griezmann, a Messi, pero está pasando un momento un poco difícil: el domingo sufrió para ganar al Lavante. Y el Athletic, pese a perder contra el Getafe, no está mal. Además, yo creo que el Barcelona tratará de ir a por la Liga y a por la Liga de Campeones. Con el apoyo de San Mamés, el Athletic puede pasar la eliminatoria», concede un técnico que metió a los vizcaínos en la Champions.

Gaizka Toquero ha tenido partidos de todos los colores con el Barcelona, un equipo al que le ha marcado dos goles. Uno de ellos cuando solo habían transcurrido nueve minutos de la final de la Copa del Rey. No sirvió de mucho, porque el cuadro azulgrana remontó, pero en aquel momento, en Mestalla, el sueño podía ser realidad. «Fue una alegría increíble. Porque encima era el 1-0. Íbamos ganando la final, y creímos que nos iba a servir para algo. Fue increíble, increíble. No se puede describir. ¡Ir por delante en una final contra el Barcelona de Pep, quizá el mejor de la historia!», evoca el exdelantero vitoriano, que se queda con otros encuentros, de todos modos. No olvida lo que se vivió en la semifinal contra el Sevilla -él anotó la tercera diana, la sentencia de la remontada- o un tanto que registró en un encuentro de Liga y que sirvió para igualar el acierto de Dani Alves en noviembre de 2009. «Son recuerdos que se te quedan mejor, porque al final puntúas o ganas a un rival al que siempre es bonito ganar». Una victoria, por ejemplo, que llegó en diciembre de 2013 en la primera temporada del retorno de Ernesto Valverde. «El Athletic cruza la frontera imposible», tituló EL CORREO la crónica de aquel encuentro. Veinte partidos después, se ganó a los catalanes. ¿Puede suceder lo mismo el jueves? Toquero no lo duda. «El Athletic puede pasar tranquilamente. Es a partido único. La clave está en ponerse por delante, ponerles nerviosos, porque es cierto que ahora con Setién, si ellos marcan, con su fútbol de toque, te desgastan mucho. Si se hace un partido serio, se tienen muchas opciones de pasar».

Fue el germen de una tremenda alegría para toda una generación que había crecido sin títulos del Athletic. Ni los más optimistas esperan que, en el partido de la ida de la Supercopa, disputado el 14 de agosto de 2015, los vizcaínos tumbaran a los campeones de la Liga y de la Copa de una manera tan rotunda. 4-0. Golazo de San José desde el centro del campo. Aduriz, con un hat-trick, remató el paseo vizcaíno. Y el resto es historia: empate en Barcelona y el último gran recuerdo. El último gran título.