Robert Navarro, un barcelonés de padres navarros y pasado en Osasuna y Real

Robert Navarro nació el 12 de abril de 2002 en Barcelona, donde su padre, Roberto, jugaba en el L'Hospitalet. El chaval vivió ocho años en Cataluña y tras la retirada de su progenitor regresó con su familia a Pamplona, originaria de allí, donde comenzó a jugar el fútbol sala en el Irabia. Pronto llamó la atención de Osasuna, que le incorporó a su estructura alevín en 2011. Estuvo un par de temporadas en Tajonar hasta que el Barça llamó a sus puertas y le integró en sus categorías inferiores. Después de un lustro como blaugrana, el Mónaco se fijó en él y se hizo con sus servicios cuando era juvenil. En octubre de 2019, EL CORREO informó de que el Athletic propuso a los franceses una cesión con opción de compra, pero el chaval acabó en las filas de la Real Sociedad.

Los galos -en el Mónaco se convirtió a los 16 años en el futbolista más joven en debutar en su primera plantilla- aceptaron traspasar al barcelonés a la Real Sociedad. Robert Navarro se incorporó al filial txuriurdin y en su segunda temporada se estrenó en la élite, además de convertirse en una pieza importante en el ascenso del Sanse a la categoría de plata con Xabi Alonso de entrenador. Aquel curso marcó 11 goles. En el curso 2022-23, Imanol le hizo un hueco en el vestuario del primer equipo y le dio 26 partidos. Luego llegó la cesión al Cádiz, con el que participó en 30 duelos, y finalmente fue cedido al Mallorca -en realidad resultó ser una venta- porque declinó renovar con la Real. El Athletic trabajó, esperó y le fichó gratis.

«Su incorporación es una gran oportunidad», dijo ayer el director general de fútbol del Athletic, Mikel González. «Llega libre con un mercado muy amplio. Pese a su juventud tiene una gran experiencia en el fútbol profesional. Técnicamente brillante, con mucho manejo y habilidad y gran conducción con las dos piernas», acotó.

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