Los socios dan su apoyo a Elizegi para facilitar la gestión en tiempos de crisis

Eso sí, Elizegi y su directiva no escaparon de un nuevo voto de castigo por parte de los compromisarios, que rechazaron la gestión de la directiva (285 sí, 433, no). Los gestores de Ibaigane decidieron desgajar en el orden del día el debate sobre la forma de gobernar el club y separarlo de los aspectos económicos en una de las novedades del cónclave rojiblanco.

Un cambio que permitió a la oposición exhibir su fuerza, asestar un varapalo a la junta sobre su gestión y dar luz verde a las cuentas. Algo esto último que hace que la directiva pueda trabajar este año de forma más desahogada pese a las estrecheces económicas causadas por la covid.

Bien fuera por esa separación de gestión y cuentas o porque los socios consideraron que un nuevo golpe a Elizegi pondría al club ante un escenario de crisis y de incertidumbre muy peligroso, lo cierto es que el voto de castigo se concentró en la gestión, porque las cuentas del curso 2019-20, las mismas que hace dos meses, se aprobaron por 79 votos de diferencia, cuando en la primera asamblea fueron rechazadas por un margen de 162 sufragios. En cuanto al presupuesto para la actual campaña, con la supresión de la controvertida cuota del 30% a los socios, se pasó de casi 200 votos de diferencia en contra del 27 de diciembre a ser aprobado por 68 de renta. Y un dato más. Es la ocasión en que la actual junta directiva aprueba con mayor claridad unas cuentas propias, ya que en su primera comparecencia ante los compromisarios, en 2019, apenas las salvó con 8 votos de ventaja.

Así las cosas, los socios dieron a Elizegi y su junta ese margen de confianza que reclamó el presidente en su introducción para poder gestionar las cuentas del club en una situación complicada, a la espera de que la pandemia remita y la normalidad vuelva también al fútbol y a la economía de Ibaigane. Además, el visto bueno de los socios salvó a Elizegi de vivir una situación inédita en la historia del Athletic, porque ningún presidente anterior había caído en dos ocasiones consecutivas.

La directiva rojiblanca sacó adelante un presupuesto que contempla unos mayores números rojos respecto a lo que se presentó en diciembre –las pérdidas aumentan en 7,4 millones hasta la cifra total de 21 millones– y el dinero que se coge de la 'hucha' asciende hasta los 25,5 millones. Todo ello porque el club ahora no contempla ingresos por cuotas de socios, por contratos como el de Marcelino y el despido de Garitano, que han encarecido la factura del gasto de personal. Eso sí los 1,2 millones ingresados por ganar la Supercopa y los 7 millones ahorrados gracias a la nueva rebaja salarial de la primera plantilla dan un cierto respiro a esos números rojos.

El respaldo de ayer en la asamblea extraordinaria es un notable alivio para una junta que tiene como meta el verano de 2022, cuando Elizegi fijó las futuras elecciones a la presidencia del club. Pero más allá del apoyo recibido, también quedó de nuevo de manifiesto el importante grupo de oposición con el que cuenta el actual órgano de gobierno. Fue muy evidente en la primera asamblea, y también ayer en las intervenciones de los compromisarios, algunos de los cuales criticaron de nuevo tanto las cuentas presentadas por la junta como la falta de comunicación, a su parecer, con los socios.

Pero también es cierto que al contrario de lo que sucedió entonces, la junta tuvo el apoyo de diferentes compromisarios que tomaron parte en la asamblea y que remarcaron la necesidad de sacar adelante las cuentas por la estabilidad del club en una situación social y económica tan complicada como la actual.

Desde el primer minuto de su intervención, Aitor Elizegi adoptó un tono conciliador donde solicitó la confianza y el apoyo de los socios compromisarios para sacar adelante las cuentas en este segundo examen, dos meses después de que fueran rechazados todos los puntos que expuso el órgano de gobierno para su aprobación. Elizegi, consciente de la dificultad de la empresa de convencer a quienes le castigaron con su rechazo, pidió confianza, apoyo y tiempo para seguir trabajando durante 2021. «Es el día de pedir. Que confiéis en nosotros, en esta asamblea, en esta junta y en su buen hacer. Pedimos un voto de confianza, de futuro para seguir trabajando y defender con toda nuestra energía para llevar a buen puerto a nuestro club», dijo Elizegi.

Eran las diez y media cuando Elizegi cerró su discurso de apertura tras pedir confianza. Casi cinco horas después, la asamblea de socios compromisarios de respondió con una aprobación de cuentas que es un soplo de aire fresco para la junta directiva. Y además, supone ganar tiempo hasta el próximo encuentro con los socios rojiblancos, donde las complicaciones económicas derivadas de la pandemia, a priori, volverán a marcar y a condicionar la agenda de Ibaigane.