Francis Díez pone la piel de gallina al despedir a Marijaia con 'De nuevo en tus brazos'
Despedida ·
El símbolo de las fiestas sigue el ritual y dice adiós entre llamas tras surcar la ríaLas despedidas nunca son plato de buen gusto, pero la de ayer fue algo especial, uno de esos momentos que ponen la piel de gallina. ... Esta noche se ha dicho adiós a Marijaia, el símbolo de Bilbao, la diosa de Aste Nagusia, la madre de todas las juergas... En las inmediaciones del puente del Ayuntamiento, el pregonero, Francis Díez, que lo ha dado todo con esa forma de ser tan natural durante estos días, le cantó una versión corta de 'De nuevo en tus brazos' y 'Corazón de tango' a la reina de las fiestas. Una actuación que concluyó con el txupin del hasta el año que viene, que ha puesto fin a esta edición de Aste Nagusia.
Parece que fue ayer cuando contoneaba las caderas con los brazos en alto al ritmo de su himno en el balcón del Teatro Arriaga. Salió a saludar a una multitud de almas con ganas de fiesta con su falda verde pistacho y su camisa de flores a juego. Ella siempre tan presumida y coqueta. Ay, Marijaia. Ha puesto la ciudad patas arriba durante nueve días y hoy ha dejado huérfanos a todos los bilbaínos que la han despedido a ambos márgenes de la ría.
La señora de las fiestas, construida con cartón sobre un armazón de madera, se ha ido echando chispas y envuelta en llamas pero su recuerdo quedará grabado en la memoria de todos, porque ha invadido Bilbao de alegría, juerga, jolgorio, desenfreno y buen humor. La huella que deja un año más es imborrable y la cuenta atrás para verla ya está en marcha. Porque lo bueno de Marijaia es que siempre vuelve. ¡Menos mal! Pasadas las 22.00 horas ha comenzado su despedida con un espectáculo pirotécnico. Entre el puente de La Merced y el Teatro Arriaga, se ha incorporado al séquito de traineras que la han remolcado en su trayecto de despedida.
Durante el viaje la han acompañado una veintena de remeros del Club de Remo de Deusto. El acto ha contado también con la presencia del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, la concejala de fiestas, Itziar Urtasun, y de representantes de la Comisión Mixta de Fiestas. Esta noche, el símbolo de Bilbao se ha convertido en ceniza, pero volverá a resurgir, como cada año. Hasta siempre, Marijaia.
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