«La txupinera y yo vamos a ser las reinonas de la fiesta»
«Otras veces me había escaqueado, pero, como folclórica que soy, pensé que debía ser ahora o nunca quien leyese el pregón de la Aste Nagusia», sentencia
El cantante de Doctor Deseo no se ha «escaqueado» esta vez y será el pregonero de la Aste Nagusia. Ayer se enfundó por primera vez ... el traje que lucirá durante «nueve días sin tregua. Intentaré ser lo menos estrella posible», adelanta.
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«Me voy a comprar una crema de piernas cansadas»
- ¿Tiene el cuerpo para muchas fiestas todavía?
- Pues en este caso y para esta fiesta, sí.
- ¿Preferiría cantar en lugar de pregonar?
- Ahora mismo estoy en esto. Yo no soy persona que piense ni elucubre demasiado con este tipo de cosas. Ahora soy el pregonero y voy a ejercer de pregonero.
- ¿Será corto el pregón?
- Por supuesto, eso básico.
- ¿Me puede adelantar algo en primicia? ¿De qué irá?
- No. Ja, ja.
- ¿Utilizará guion?
- Me lo aprenderé porque será breve, pero, por si acaso, llevaré unos papeles de tamaño gigante. No quiero tener un lapsus en un momento tan...
- ¿Interactuará con el público?
- Todo esto... ¡veremos lo que ocurre y cómo acaba! Todavía ni me imagino lo que es estar en el balcón.
- ¿Nunca le habían tanteado?
- Me había escaqueado un par de veces. Dije: 'esta vez o nunca'. Como folclórica que soy, pensé 'en la que me estoy metiendo'. Ya sé que suena a tópico pero he asumido la responsabilidad y dar el paso adelante.
- Es una estrella en Bilbao.
- Me lo tomo como un trabajo que aúna devoción y obligación. Espero ser lo menos estrella posible para estar a disposición de la gente.
- Seguro que lo logra.
- Asumo este asunto con una responsabilidad inmensa y con toda la obligación que supone estar 12 horas diarias dando el callo. Vamos a ser, mano a mano con la txupinera, las reinonas de la fiesta.
- ¿Qué le parece la Aste Nagusia?
- Hombre, como bilbaíno, la mejor fiesta del mundo. He recorrido muchas fiestas, he trabajado en fiestas y me sigue pareciendo la mejor fiesta del mundo.
«No aguantaba a txupineros»
- ¿Ha ido muchas veces a la Plaza Arriaga para seguir el txupin?
- Pues no, no he sido yo de aguantar al txupinero ni a la txupinera de turno. Lo hice el año pasado, lo hice con Aiora y para de contar. Siempre me he tomado con muchas ganas y a tope un par de noches un poco salvajes.
- ¿Le han preparado el traje a medida?
- Sí, claro, llevamos ya varios días probándonos, pero ayer fue el primer día que me puse este sombrero tan peculiar y la verdad es que, bueno, al principio ha sido un shock absoluto. Ahora mismo me estoy viniendo arriba, poco a poco, con este toque de almirante inglés que tengo.
- ¿Luce pintas de dandi?
- Que Santa Lucía le proteja la vista. (Risas).
- ¿No es supersticioso con el amarillo?
- No soy supersticioso con nada.
- ¿Va a estar en todos los sitios?
- Donde me lo requieran. En esto voy a ser súper serio. Donde me lleven y tenga que estar, estaré. En este caso estoy a disposición de las comparsas del Ayuntamiento y de todo Bilbao. Me lo tomo como un servicio en el mejor de los sentidos.
- Anteanoche, preparando la entrevista en casa, leí que había vivido un milagro en Londres.
- ¿En Londres?
- ¿Habré leído mal?
- Habrá leído mal porque nunca he estado en Londres.
- ¿Antes de cantante fue panadero?
- No, fui panadero y cantante a la vez. Durante 25 años hice pan integral en un horno de leña de un baserri. ¡Con las manos!
- ¿Empalmaba los hornos con las noches de verbena?
- En realidad, solo trabajaba tres días a la semana. Un amigo y yo íbamos a nuestro aire, marcábamos las pautas de trabajo para precisamente tener tiempo para la música y otras cosas. No éramos unos panaderos madrugadores. Empezábamos a las 8 de la mañana y repartíamos el pan al mediodía.
- Espero no confundirme, ¿escalaba para superar la timidez?
- Vamos a ver, yo empecé a escalar a los 14 años. Empezaba a socializar con las chicas y, como era un tipo nefasto en tales menesteres, decidí, como huida, irme a escalar con otros amigotes porque parecía que ellos eran menos peligrosos. Pero no me importa.
- ¿El qué?
- Los caminos del Señor son inescrutables, aunque no sea creyente. Hoy en día, me alegro de seguir manteniendo la afición de escalar. Vengo de estar en el Himalaya y la verdad es que es algo que llevaré siempre.
«Ser tímido va muy bien»
- ¿Sigue siendo tímido?
- Eso no se quita nunca. Lo que pasa es que, evidentemente, aprendes a socializar y a conocer los beneficios de ser social. También aprendes los beneficios de ser tímido. Para ser músico es muy importante y va muy bien. Entonces, todas aquellas cosas que me dieron guerra en la adolescencia, hoy en día las llevo de bandera y estoy encantado de ser tímido.
- ¿Le asustan las multitudes?
- Hay pocas cosas que me asusten, viniendo de la escalada y jugándome la vida. Pero sí me impactan a veces. Sin embargo, hay un momento previo hasta que me enfrento que estoy cardiaco y nervioso. Me tiemblan las piernas como a todo el mundo.
- ¿Con qué compensa su mala memoria?
- Con una memoria emocional muy potente. Hoy sería un niño con déficit de atención, seguramente muy problemática. Yo no me sé ni una canción entera en castellano que no sean las mías. Y tampoco me sé ninguna canción en euskera, salvo un par de ellas y cortitas. El 'Eusko Gudariak' y el Txoria txori. No sé nada más. Tengo un tipo de cabeza muy especial.
- ¿Le saldría un buen dúo con Marijaia?
-Me saldría un dúo perfecto. Estaría encantado.
- Venda Bilbao.
- Me encanta ir muchas veces a Artxanda para ver cómo está la ciudad sin mí. Cada bilbaíno y bilbaína es importante para esta ciudad.
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