Luis Calabor

Los ladrones de móviles hacen su agosto la primera noche de Aste Nagusia: el puente del Arenal y 'la Pinpi' sus lugares favoritos

La Policía Municipal recuerda la necesidad de conocer el IMEI para poder formalizar la denuncia

Alin Blanco | Juncal Munduate

Domingo, 17 de agosto 2025, 07:06

Marijaia apareció y arrancó la Aste Nagusia. Con ella, la juerga, el baile y el desfase. También esa otra cara menos amable de las grandes ... aglomeraciones en las que los amigos de lo ajeno logran amargar el fiesta a bilbaínos y visitantes. Prueba de ello era la imagen que ofrecía la comisaría de la Policía Municipal de Bilbao ubicada en los bajos del Ayuntamiento –la más cercana a las txosnas–. Poco después de medianoche, se vio desbordada por la avalancha de personas que acudían a denunciar hurtos.

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Los primeros robos se produjeron ya durante la apertura de la Semana Grande. Bolsos abiertos, bolsillos vacíos y móviles desaparecidos fueron las denuncias más repetidas. «Estaba con mis amigas en las txosnas y de repente no encontraba el teléfono. Ha sido en un segundo», aseguraba Jone, una joven basauritarra que esperaba su turno acompañada de su cuadrilla.

No muy lejos de ellas estaba María, una mujer de 60 años y con muchas jaias a la espalda cuyo móvil también había volado. «Estaba cruzando el puente del Arenal y me han robado el móvil mientras pasaba entre la gente. Siempre llevo el bolso cruzado por delante para vigilarlo. No sé cómo ha podido pasar. A mis 60 años nunca me habían robado en fiestas», lamentaba.

Luis Calabor

Detrás de ella Ane buscaba el IMEI —el número identificador del dispositivo—para poder interponer la denuncia. Los agentes de la guardia urbana confirmaban que muchas de las personas que se acercarán a denunciar este tipo de delitos no podrán realizar el trámite, ya que sin este dato no se puede formalizar. «Menuda forma de empezar las fiestas», se dolía Ane.

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Un mal recuerdo

El desasosiego no hace diferencia entre locales y visitantes. A punto de entrar en comisaría se encontraba Joaquín, llegado desde Almería para disfrutar de las fiestas con un amigo bilbaíno. A él también le habían robado en el puente del Arenal. «He enviado un mensaje, he guardado el móvil en el bolsillo y he sentido como ya no estaba. He intentado volver hacia a tres a ver si localizada al autor, pero ha sido imposible por la cantidad de gente que había», recordaba entre enfadado y enfadado.

Otro de los puntos favoritos de los amigos de lo ajeno fue el entorno de la 'Pinpi'. Muchas de sus víctimas reconocía haber sufrido las sustracciones en esa zona y no es casualidad. Según explicaban los agentes, «es una txosna en la que hay mucha aglomeración de gente y, además, hace esquina, lo que facilita la huida de los ladrones». Es la cara amarga de una Aste Nagusia que ha llenado de música, alegría y juega la ciudad pero también de personas que están atentas a cualquier descuidos para llevarse lo que no es suyo así que la recomendación es estar alerta.

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