Aburto pide tolerancia: «No quiero que Bilbao se convierta en ningún pueblo del sur del Estado»

Primero, los altercados de tintes xenófobos protagonizados en las localidades murcianas de Torre Pacheco y Jumilla. Y segundo, los ataques que la Ertzaintza ha sufrido este verano por parte de la izquierda abertzale, que llegó a asegurar que «no es una Policía democrática» y que provocó la indignación del Gobierno vasco y del PNV, partido del alcalde. No hay que olvidar que el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, sufrió pintadas con amenazas de muerte en el frontón de Hernani, su población natal.

Este miércoles, Aburto lanzó varios mensajes. Chocó, sobre todo, la frase genérica «no quiero que Bilbao se convierta en ningún pueblo del sur del Estado». Para ello, enfatizó, «el Ayuntamiento busca personas y colectivos aliados para frenar las reacciones que están surgiendo contra la libertad». Sucedió, por ejemplo, en Torre Pacheco, cuando un señor mayor de la localidad fue agredido por un marroquí y gente del pueblo, agitada por Vox y movimientos ultras, se movilizó contra la comunidad extranjera protagonizando varios ataques a comercios. El último episodio ha sido el de Jumilla, donde PP y Vox pactaron prohibir la celebración de celebraciones islámicas en instalaciones municipales. De ahí la referencia del alcalde al «ningún pueblo del sur del Estado», donde, paradójicamente, se encuentran ahora miles de bilbaínos de vacaciones.

«Es un tema que nos interpela a todos y a todas, desde instituciones y sociedad civil organizada hasta la última persona que, incluso, puede estar de paso», recalcó antes de pedir que no se permitan «ni las agresiones machistas, ni ningún tipo de incidente de odio, por muy pequeño o insignificante que pudiera parecer».

Pero además de lo que sucede en el sur, en el norte, aquí en Euskadi, el arranque estival fue bastante agitado con polémicas como la surgida en Azpeitia, donde la alcaldesa de EH Bildu criticó a la Ertzaintza por hacer un «despliegue desproporcionado» durante las fiestas de la localidad cuando actuaron porque 40 jóvenes que asaltaron las oficinas de la Policía Local agredieron y robaron a los agentes allí desplegados. Para el Gobierno vasco, como denunció su portavoz, «son actitudes que reflejan que, en algunos sectores, no se ha superado del todo una determinada cultura de la violencia».