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Alavés-Leganés | Domingo, 21 horas

Villalibre y Karrikaburu, ejemplos de un gol invernal que tampoco marca diferencias

Ambos, atacantes de Alavés y Leganés, se enfrentan este domingo e ilustran las dificultades anotadoras de los arietes llegados en enero a Segunda

Viernes, 21 de abril 2023, 00:33

Nunca un diagnóstico fue compartido por tantos equipos al mismo tiempo. En invierno, al mirar sus plantillas, los aspirantes a la zona alta de Segunda ... tuvieron claro lo que les faltaba: gol. O, más bien, un hombre gol. Esa figura que, llegada de la nada y sin apenas tiempo para encajar en los sistemas del equipo, anotase con facilidad. Incluso el Granada, que tenía y tiene en Uzuni al máximo artillero de la categoría, quiso ampliar sus recursos. Así que se lanzaron a fichar atacantes. El Alavés y el Leganés, que este domingo se miden en Mendizorroza (21 horas) hicieron lo propio. El club pepinero ahora vive en media tabla y se ha alejado del descenso gracias a sus últimos resultados, pero entonces atravesaba un buen momento de forma y acechaba con elevadas expectativas el play off. Así que fichó a un delantero cotizado, con una valiosa combinación de juventud y goles contrastados: Jon Karrikaburu. El Alavés, que también sondeó la opción del navarro antes de que se decantase por llegar a Butarque, acabó haciéndose con Asier Villalibre. Un equipo sin una gran figura goleadora se comprometió con un jugador en busca de la continuidad que le permitiera volver a marcar goles.

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Tres meses y medio después del carrusel de movimientos invernales, el albiazul ha anotado tres tantos y el pepinero suma uno. Y en situaciones del todo opuestas. Si Villalibre marcó sus goles nada más llegar, en sus primeros dos partidos -un sobresaliente promedio de un gol cada veinte minutos-, 'Karrika' ha tenido que esperar hasta su último encuentro, el del pasado fin de semana, para ver al fin portería. Doce choques estuvo sin hacerlo; ocho lleva el ariete babazorro tras apagarse su chispa inicial. Ambos ilustran las dificultades inesperadas con las que se han encontrado los recién llegados para irrumpir en las estadísticas goleadoras de la categoría. Una que apenas permite frenesís ofensivos; aun menos ahora, al final del campeonato y cuando todos han puesto ya sus cartas sobre la mesa.

El Búfalo tardó menos de una hora en marcar sus tres goles; el navarro del Leganés, doce partidos para hacer uno

Villalibre fue ese factor sorpresa bajo el radar que irrumpió de forma impensada. Como suplente marcó dos goles en el duelo directo ante el Eibar y después, también tras salir desde el banquillo, lo hizo frente al Zaragoza. Todo lo que tocaba iba para dentro con una facilidad inusitada. Cayó de pie en un equipo que entonces derrochaba puntería. Todos los goles que ahora se le niegan. En su tercer encuentro como albiazul, ante el Ibiza, Villalibre fue titular por primera vez. No marcó, pero el equipo siguió goleando. Desde entonces ha encadenado titularidades y suplencias -incluso no tuvo minutos frente al Andorra-, pero sin alcanzar esas cotas de acierto. El equipo ha llegado menos, lo que en absoluto favorece el juego de un rematador de área como él que sufre cuando el equipo debe desempeñarse lejos de esa parcela, y tampoco ha conseguido marcar en sus escasos intentos. Han sido, en general, buenas acciones. Movimientos de delantero de área, pero sin premio.

Ni Weissman ni Loren

Karrikaburu llegó a Butarque tras una feroz puja. Entonces, el Leganés pareció haber sumado el estímulo que necesitaba para culminar el asalto al play off tras un pésimo inicio de temporada que le tuvo varias semanas colista. Pero el equipo se hundió a partir de entonces de tal manera que pasó a estar pendientes del descenso e, incluso, llegó a cambiar de entrenador. Solo el triunfo en el duelo directo contra la Ponferradina le ha permitido respirar. Ahora vuelve a ver muy lejos la zona roja -diez puntos-, aunque la opción de play off también parece de notable dificultad: está a nueve.

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Una racha de seis partidos sin marcar se llevó a Imanol Idiakez por delante. Karrikaburu -autor de once goles con diecinueve años la temporada pasada en Segunda con el filial de la Real- no pudo cambiar la dinámica en ese tiempo. Tardó en entrar en el once titular y después ha ido intercalando titularidades con suplencias. Aunque su equipo logró volver a ganar hace dos semanas y la pasada, al fin, el de Elizondo marcó el gol del triunfo ante el Villarreal B. Ahí hizo gala de las virtudes que ya le han permitido debutar con la Real Sociedad y ser un fijo de las categorías inferiores de la selección española. Control de espaldas lejos del área, giro y balón fuerte a la cepa del palo. Llega enchufado a Mendizorroza. Peligro. «Ha demostrado que tiene mucho gol. Es peligroso dentro del área. Le tendremos que vigilar de cerca», advirtió ayer Jon Guridi, que lo conoce bien de su etapa donostiarra. El navarro también compartió vestuario el curso pasado con Xeber Alkain. Entre ambos marcaron casi la mitad de los goles del filial donostiarra, que no pudo evitar el descenso en Segunda.

Expectativas y realidad

Villalibre y Karrikaburu son ejemplos de ese choque entre expectativas y realidad. Aunque los tres goles que lleva el albiazul le colocan en cabeza de los revulsivos invernales. Porque nadie de los delanteros llegados en invierno ha logrado explotar. Solo otros dos consiguen igualar los registros del Búfalo. Lo hace Obeng, del Huesca; son tres goles tras apenas marcar uno con el Oviedo en la primera vuelta. También Álex Millán, del Villarreal B, lleva tres. Aunque él volvía de cesión tras una etapa infructuosa en Portugal. Lago Junior (Málaga) y Bebé (Zaragoza), también suman tres tantos pese a que no son delanteros centro.

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Peores números registran varios ilustres llegados desde la máxima categoría. Lo eran Loren y Weissman cuando llegaron a Las Palmas y Granada desde el Betis y el Valladolid. Ambos sí que son titulares en sus equipos, pero apenas llevan un gol. El israelí tardó cuatro minutos en lograrlo, si bien arrastra ocho duelos de sequía; su compañero Diedhiou, también llegado en invierno, no ha visto portería y solo ha partido de inicio en una ocasión. El Eibar fichó a Arana, que apenas ha jugado -43 minutos sin gol- y el Levante no incorporó a nadie. El gol en Segunda está caro, también para los recién llegados.

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