Con la solvencia como gran argumento
El Alavés aplica con éxito su plan para minimizar al Andorra y Rioja acierta con un tanto que acaba con la sequía
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La segunda parte de las rotaciones renueva los extremos y recupera a varios titulares
Si Luis García optó ante el Albacete por un buen puñado de rotaciones, el encuentro de ayer en Andorra dio continuidad a esa política durante ... una semana de especial exigencia. Hasta seis cambios introdujo el técnico en busca de ideas y cabezas frescas. Uno obligado, el de Maras por el lesionado Sedlar. Otro, previsible, el de Duarte, ya recuperado de sus molestias, por Javi López. A partir de ahí, galones a varios titulares habituales. Regresó Benavídez como ancla en el centro del campo y Miguel, referencia más clara y completa que Taichi Hara. Las grandes sorpresas llegaron en los extremos. Para la izquierda optó por Abde, a menos durante las últimas semanas, por Rioja, algo más fresco que sus compañeros tras cumplir hace unas semanas dos partidos de sanción. Para la diestra el elegido fue Jason. El gallego es una de las sombras del equipo en el arranque del curso. Llamado, por talento, a ser importante pero relegado al tercer puesto de su banda tras Alkain y Róber. Final feliz a la apuesta por las rotaciones. Un reparto coral de minutos -apenas un puñado de jugadores han salido de inicio en todos los duelos- importante para afrontar, en solo dos semanas, otra jornada doble.
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Un buen inicio que se encuentra con las dudas tras el empuje local
Si contra el Burgos y el Albacete el Alavés sufrió para encontrar su sitio en el partido, ayer buscó arrancar con autoridad. No quiso pelearle la pelota a un Andorra mucho más interesado en tenerla, pero sí que se aplicó en optimizar sus virtudes para minimizar a la escuadra local. No se lanzó a una presión salvaje, pero que quiso incomodar la trabajada salida de balón del cuadro tricolor para, de esa forma, obligarle a buscar unos balones aéreos más fáciles de ganar. También buscó un planteamiento vertical una vez recuperada la posesión. Sin entretenerse, pero con precisión para buscar las bandas o a un Guridi muy presente en esa fase del juego. En ese contexto ha demostrado manejarse mejor que cuando le toca romper defensas cerradas. Aunque, con el paso de los minutos, el Andorra inclinó el campo a su favor. Ganó metros y logró instalarse en campo albiazul. Un escenario más peligroso, si bien apenas logró generar ocasiones de peligro.
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Ejercicio de resistencia para frenar el irregular asedio del Andorra
En un escenario esperado, el de cada uno de los varios arreones del Andorra, el Alavés respondió con nota. Supo sufrir. Se manejó bien en un contexto infrecuente para él, el de pasar gran parte del tiempo sin la pelota. Durante gran parte de ese tiempo, el equipo de Sarabia apenas disparó a portería. Movió mucho el balón, pero no desordenó a un Alavés seguro en tareas defensivas. Un escenario similar al vivido ante Las Palmas que solo amenazó su portería en el tramo final. Paradójicamente, a balón parado, donde la escuadra albiazul apuntaba a tener mayor superioridad. Ahí emergió un notable Sivera para evitar el gol en la única gran ocasión del Andorra. Una parada salvadora, de las que dan puntos y tantos se le reclamaban al guardameta alicantino, de menos a más esta temporada.
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Solo los problemas en el remate impiden un triunfo más tranquilo
Rioja acertó en su buena acción individual y rentabilizó una de las escasas llegadas albiazules. Aunque el equipo pudo haber logrado un triunfo más holgado. En la primera mitad, Miguel erró una clara ocasión que pudo haber adelantado al Alavés a las puertas de un contexto complicado. Antes del tanto y también en el tramo final, con el encuentro algo más roto, el equipo volvió a gozar de alguna situación prometedora para abrir brecha. Solo le faltó un poco más de acierto para terminar de reconciliarse con el gol, pero lo compensó con un buen trabajo defensivo individual y colectivo que le permitió mantener la portería a cero por segundo encuentro consecutivo.
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Rioja rompe el cerrojo tras dos partidos sin ver portería
El Alavés encadenaba dos encuentros seguidos sin ver portería. Si llegó a Burgos sin haber fallado en ninguna de sus anteriores comparecencias, no consiguió romper la muralla burgalesa ni batir al Albacete. En ambos choques tuvo problemas para generar situaciones de peligro. Ayer no fue un equipo excesivamente prolífico y le costó aprovechar sus ocasiones, pero encontró el factor Rioja. El andaluz salió desde el banquillo y desde el primer momento dejó su sello en el partido. Más fresco que el resto, protagonizó varias conducciones peligrosas y, en general, fue la pieza más desequilibrante del equipo. Para muestra su gol, un zapatazo desde la frontal. Su tercera diana de la temporada tras la anotada contra el Ibiza -en otro buen disparo- y la Ponferradina. Es, junto a Miguel, el máximo artillero de la escuadra vitoriana y atraviesa un momento dulce tras un inicio de temporada complicado. Ha asumido los galones que le corresponden y el equipo agradece su talento.
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Regreso a la senda de la victoria para cerrar la primera 'minicrisis'
Tras un punto en dos jornadas, el Deportivo Alavés ha vuelto a sumar de tres. Cierre feliz al primer pequeño bache de la temporada y que le permite mantenerse en ascenso directo cuando ya se ha cumplido un cuarto de competición. Todo, antes de un doble exigente en Mendizorroza ante el Sporting (próximo sábado 22, 18.30 horas) y el Oviedo (sábado 29 a la misma hora).
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