La selección contra la abundancia

Al Alavés no pudo llegarle en mejor momento el despegue en la Liga para no perder la cabeza en el mercado. La cadena de triunfos que protagonizó durante diciembre le permitió mirar con cierta distancia a los escaparates de Europa y seleccionar al máximo sus principales objetivos. El fichaje de John Guidetti, en este sentido, ha puesto en marcha el mecanismo albiazul, que funcionaba a trompicones sin un delantero de referencia del que se colgaran el resto de atacantes. El sueco ha sido la única incorporación que ha realizado el club vitoriano junto con Hernán Pérez, que le convierte en el actor menos activo del invierno. El equipo de Mendizorroza, sin embargo, es el único de los aspirantes a la permanencia que ha apostado por jugadores de valor contrastado en Primera División.

Es cierto que el Alavés no pudo saciar todas las necesidades con las que se plantó en enero. Además de reforzar el centro del ataque y la banda derecha, el conjunto albiazul consideraba estratégico apuntalar el lateral izquierdo, donde Duarte no terminaba de ofrecer un rendimiento convincente y Héctor continuaba ausente por lesión desde la primera jornada de Liga. Pese al contratiempo, el equipo vitoriano muestra una clara trayectoria ascendente en la evolución de su juego y sus resultados, a diferencia de sus cuatro adversarios directos: Levante, Deportivo, Las Palmas y Málaga.

Cuando nada funciona, como sucede en los actuales colistas de Primera, la búsqueda de un salvador fugaz se traduce en una masiva llegada de futbolistas cedidos, los grandes reyes del mercado de invierno en el fútbol español. De hecho, 20 de los 25 futbolistas recién aterrizados en los aspirantes a la permanencia vienen prestados. Los clubes más señalados, en este sentido, optan por elevar al máximo el número de incorporaciones, con la esperanza de que alguno de ellos se traduzca en todo un descubrimiento o una aparición divina. Como resulta obvio, tampoco es lo más indicado que un equipo que está al borde del precipicio asuma inversiones de riesgo con traspasos que no pueda sostener en una categoría inferior.

Los siete fichajes de Las Palmas y Málaga son el mejor reflejo de la desesperación de los clubes, que han buscado un apaño al límite en los escaparates más remotos. El Málaga ha escarbado en todos los rincones del mundo, desde México y China hasta la Segunda española. El foco de la dirección deportiva andaluza ha apuntado de manera evidente a su zona ofensiva, donde ha atado a Samu García (Levante), Lestienne (Rubin Kazan), Bueno (Oporto), Success (Watford) e Ideye (Tianjin Teda), todos ellos cedidos. El conjunto de José Manuel González, además, ha fiado su retaguardia con Ignasi Miquel, fichado del Lugo por medio millón de euros, y el chileno Manuel Iturra, viejo conocido de su afición que llega libre del Necaxa.

Paco Jémez, por su lado, ha comandado un pequeño desembarco de jugadores del fútbol mexicano tras su paso por el Cruz Azul. Las incorporaciones de Gabriel Peñalba, su antiguo pupilo, y de Matías Aguirregaray responden a la obligación de frenar la sangría que sufre el equipo canario. A ellos se une Gálvez, a préstamo del Eibar. Pero el club insular tampoco ha escatimado en jugadores de ataque, donde ha recurrido a Nacho Gil, los nigerianos Etebo y Emenike, y el extremo Jairo, que llega traspasado del Mainz de manera extraña, ya que su vinculación finalizará el 30 de junio.

El Deportivo, por su lado, no ha conseguido disipar las dudas de su afición en la plantilla, ya que ninguna de sus tres incorporaciones ofrece plenas garantías de rendimiento. Michael Krohn Dehli, procedente del Sevilla con la carta de libertad, es quizás quien más se acerca a esa premisa, aunque debe responder a las incógnitas de su veteranía y su escaso rodaje. Algo similar puede decirse del Levante, que se ha movido con mayor decisión en el mercado (6 fichajes). El equipo granota, en este sentido, confía en que Coke y Rochina mantengan el nivel que mostraron antes de salir de la Liga y en que el desconocido Sadiku resuelva sus graves problemas con el gol.