San Mamés, un campo imposible de teñir de albiazul
Desafío ·
El Alavés busca asaltar el estadio rojiblanco, donde solo suma un triunfo liguero y al que llega tras encadenar seis visitar sin marcarLas últimas visitas del Deportivo Alavés a Bilbao empezaron muy bien y terminaron con un denominador común mucho menos feliz. Jornadas de derbi, ambiente ... fraternal y larguísimas previas de mesa, mantel y cánticos con la ilusión de darle le vuelta a una tendencia que reconcomía ya al más optimista. Porque es un hecho que al bloque vitoriano se le da muy mal San Mamés, campo que visita este sábado (18.30 horas). Si perder siempre es un trance doloroso, aun lo es más caer en uno de esos duelos cuya rivalidad trasciende al terreno de juego para impregnar todos los aspectos de la vida diaria. Al esforzado socio albiazul le ha tocado con suma frecuencia poner buena cara a sus compañeros de trabajo rojiblancos al día siguiente de jugar en San Mamés, aunque la derrota todavía seguía escociendo.
Así, una y otra vez. A lo largo de sus 29 visitas a Bilbao, de marzo de 1928 a mayo de 2025, el plantel albiazul apenas ha logrado rescatar cuatro empates y dos victorias. Uno de esas, el memorable triunfo de 2005 con goles de Nené y Bodipo. La otra, una victoria en el torneo copero de 1939. Poco más que echarse a la boca. Apenas unos empates que no están mal, sobre todo dados los precedentes, pero que siguen sabiendo sosos.
A ese hincha optimista le cuesta rescatar datos que alimenten la ilusión. Desde el ascenso de 2016 ambos se han medido en nueve ocasiones -ocho en Liga, con el paréntesis de la 2022-2023, y una en Copa- con seis derrotas y tres empates. Esas igualadas, que pueden ser escasas, son sin embargo pequeñas muescas de la capacidad albiazul para sorprender a un bloque fortísimo en su campo. Tres de esas primeras cinco visitas, de la 2016-2017 a la 2020-2021 se saldaron con empate. Ahí, aunque a duras penas, el Alavés se acostumbró a sumar. Eran pequeños bocados al león, casi rasguños, pero señales de que la cosa podía empezar a cambiar.
Ese sexteto estuvo enmarcado en una etapa de franca igualdad. El Alavés, aunque con cursos de sufrimiento, lograba asomarse a una mitad de tabla final de la que no escapaba un Athletic para el que Europa era un sueño lejano. Eran peleas de tú a tú que acostumbraban a dar al bloque albiazul buenos resultados en casa mientras lograba trasladar esa competitividad a San Mamés. Pero, sin terminar de consolidar el sorpasso, el Alavés volvió a la sequía.
Autogoles y penaltis fallados
De esta forma, son ya cuatro las derrotas consecutivas del bloque albiazul en San Mamés. Una en la 2021-2022, dos en la 2023-2024 -la primera, saldada con eliminación copera- y la de la pasada temporada. El episodio más reciente ilustra esa falta de fortuna albiazul en Bilbao. Porque, incluso en jornadas en las que se muestra competitivo, una mala acción acostumbra a resultar letal. Entonces fue la falta de contundencia defensiva de Diarra la que acabó desembocando en un gol en propia puerta de Manu Sánchez y otra derrota. Como lo fue antes un doblete de Villalibre o, en el colmo de la mala fortuna, el gol de Guruzeta que llegó pocos segundos después de que Rioja errara el lanzamiento de penalti que pudo haber puesto al Alavés por delante.
Además del zarpazo de 2005, los vitorianos también se impusieron en la Copa de 1939
Uno de los grandes porqués que explican el constante sufrimiento del bloque albiazul en San Mamés es la falta de gol. Son ya seis visitas consecutivas sin ver portería. En realidad, desde ese reestreno de la 2016-2017 solo ha marcado una vez. Fue en abril de 2019 y entonces el gol de Borja Bastón solo le bastó para igualar el tanto que Beñat había marcado de falta pocos minutos antes. Aferrado al mal menor.
Esa tendencia consolida el estadio bilbaíno como uno de los más complicados para un Alavés que, en esta última década, ha logrado victorias de prestigio en campos tan exigentes como los del Barcelona o el Real Madrid. Solo se ha quedado sin vencer en la casa de cinco de los veinte equipos que componen la actual Primera. Ahí está el caso del Oviedo, aunque los vitorianos no visitan el Carlos Tartiere en Primera desde 2001, por lo que la estadística vale para poco. Precedentes más recientes hay contra Atlético de Madrid, Espanyol y Mallorca. En todos los ejemplos, con la misma incapacidad de rescatar alguna victoria. Lo mismo sucede en San Mamés, un campo vedado para un Alavés ansioso ya de saltarse la persistente prohibición.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión