Los primeros titubeos de la zaga del Alavés llegan por la espalda
El rápido juego en profundidad aplicado por el Sevilla fue una tortura para una parcela en la que solo Jonny logró mantener el tipo
El Sevilla dio un aviso en Mendizorroza. El cuadro hispalense mostró la fórmula para hacer daño al Deportivo Alavés no solo a la hora de ... limitar al mínimo su producción ofensiva sino también con las herramientas para castigar su fragilidad defensiva. La línea de cuatro albiazul vivió su encuentro más delicado del curso. Solo una semana después de la exhibición en San Mamés, premiada con la primera portería a cero de la temporada, el Alavés encajó también por primera vez este curso dos goles.
Coudet había apostado por la continuidad de ese buen encuentro ante el Athletic, pero la pizarra del Sevilla situó a la zaga albiazul en un contexto mucho menos amable. Si contra el conjunto rojiblanco la exigencia se había limitado sobre todo a la defensa de balones aéreos dentro del área, gran especialidad del bloque albiazul, el conjunto de Matías Almeyda jugó con la movilidad de sus atacantes para descolocar a una defensa que apenas encontró respuestas a ese planteamiento.
El Alavés no logró descifrar ni a Isaac Romero ni a Rubén Vargas. El delantero centro y el mediapunta suizo, que si bien partió algo escorado desarrolló su actividad por el pasillo central, lograron adelantar sus movimientos a los de una zaga mucho más rígida de los habitual. El ariete abandonaba esa demarcación para, de espaldas, recibir y buscar la espalda de los zagueros albiazules. Ahí emergieron Vargas, autor del primer gol, y también Alfon, que antes de marcharse lesionado al cuarto de hora de partido ya tuvo un prometedor mano a mano con Sivera.
Errores colectivos
Fue así, a la espalda, como los zagueros albiazules más sufrieron. La valiente línea adelantada se topó con las dificultades del centro del campo para imponerse en una parcela dominada en las segundas jugadas por el físico de Agoumé y Mendy. Eso situó en notables problemas a una pareja de la inesperada centrales que hasta entonces había respondido al desafío con nota.
También se vio las costuras al entramado albiazul en el segundo gol. Desde Diarra, que perdió la batalla en la izquierda, a la debilidad de Tenaglia para frenar a Carmona y también la falta de contundencia dentro del área de Garcés a la hora de impedir el remate de Alexis Sánchez. Un error de conjunto, como el que desembocó en el primer gol visitante. Entonces eso sí, los problemas fueron tanto de los defensas que no encimaron a Vargas como del resto de piezas que tampoco frenaron al atacante helvético.
En realidad, solo Jonny se mantuvo en gran parte indemne, aunque también sufrió en algunos momentos ante la propuesta de tres centrales y dos carrileros del bloque andaluz. La exigencia de la primera jornada intersemanal del curso motivará cambios en una parcela que solo ha conocido novedades en el lateral izquierdo. Será el desempeño de esas alternativas la que convenza o no a Coudet de mantener una apuesta que el sábado salió mal.
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