Primera trampa copera para el Alavés

Ahora espera un equipo de 2ªRFEF. Que también está tres peldaños por debajo del conjunto vitoriano, pero ya está mucho más trabajado y, además, está lo que el técnico madrileño define como «el hándicap del césped artificial». Una superficie que, asegura, «rebaja una o dos la diferencia de categorías» entre los contendientes.

«Lo dice un entrenador que viene del barro», subraya. «Yo he jugado un año siendo local en césped artificial y cuando venía uno de hierba natural te relamías. Porque es diferente. El bote es distinto, se te van los controles, el balón va más rápido... El que diga lo contrario es que no tiene ni idea de fútbol, así de claro lo digo», asegura Luis García, que pone el ejemplo del Albacete, equipo de Segunda División que en la primera ronda cayó en el campo del Terrassa debido a un control defectuoso de uno de sus centrales. «Y no es ninguna excusa, sino una advertencia a mis jugadores».

Porque, al margen de las secuelas musculares que puede dejar en futbolistas acostumbrados a la hierba natural, jugar en este tipo de superficies «es una diferencia que iguala las cosas». El Olimpic, al menos, es un campo grande y con un césped artificial moderno. «Y tenemos que pasar aunque haya eso», precisa el entrenador albiazul, para quien «todo parte de respetar al rival y ser un equipo defensivamente muy serio». Dicho de otro modo, «si no damos el cien por cien nos venimos a casa eliminados».

A partir de ahí, pese al mencionado hándicap, «tenemos que imponer nuestra calidad y nuestra superioridad de categoría». En un partido para los menos habituales en Liga y para jugadores del filial. «La Copa me importa y la quiero competir», destaca Luis García, pero tiene claro que el de Terrassa es un partido para los que menos están participando en Liga. «Vamos a rotar lo máximo, menos Guevara», indiscutible en el centro del campo, que no puede jugar el sábado contra Las Palmas por acumulación de amonestaciones.

Serán, por tanto, el centrocampista vitoriano, Owono en la portería y nueve más. Ahí estarán los Maras, Tenaglia, Alkain, Karrikaburu... Futbolistas que «necesitan minutos» en estos duelos coperos para cuando les «toque entrar» en Liga. También estarán otros que han perdido protagonismo en las últimas jornadas como Rubén Duarte, relegado por Javi López en el lateral izquierdo, o Álex Sola, que encadena cuatro suplencias tras siete partidos seguidos en el once. «Espero a todos muy enchufados», asevera un entrenador al que le imponen «más miedo estos partidos que otros porque tienes poco que ganar».

Por eso pide a sus pupilos que salgan a tope. «Si no, me enfadaré», advierte. En casa, de merecido descanso, se han quedado piezas importantes del once albiazul como Abqar o Jon Guridi. Oportunidad también, por tanto, para algunos canteranos, en los que el entrenador albiazul busca una ilusión y «motivación» que se pueda contagiar al equipo. El Alavés B milita en la misma categoría que el Terrassa, pero en otro grupo.

Jugadores como Víctor Parada en el carril izquierdo de la zaga. En posiciones más adelantadas, la duda entre poner a Selu Diallo en el centro del campo junto a Guevara o a Unai Ropero en ataque detrás de Karrikaburu. «Y no me llevo más del filial porque no puedo», admite el entrenador albiazul en alusión al reglamento referente a las licencias. En todo momento debe haber siete jugadores del primer equipo en el campo. «Pueden estar cuatro –del filial–. Si hay una lesión puedes cambiar, pero si hay una expulsión no puedes y estás eliminado», explica el técnico albiazul.