Lo difícil es mantenerse
El líder Alavés, que busca seguir con «paso firme» su excelente racha de las últimas semanas, se pone a prueba en Los Pajaritos con la baja de Manu García
Daniel Sánchez-Harguindey
Sábado, 9 de enero 2016, 00:26
El Deportivo Alavés afronta su penúltima parada de la primera vuelta en Soria (20.15 horas) con una mochila cargada con quilates de ilusión y eso, en ocasiones, puede suponer un peso innecesario que el técnico del Deportivo Alavés, José Antonio Bordalás, trata de evitar por todos los medios. Otear el horizonte desde lo más alto de la tabla puede provocar que la vista se nuble en cierta medida, por lo que el entrenador alavesista insitió en «tener un gran respeto» por cada uno de los adversarios que se van a cruzar en su camino. Lo difícil no es llegar sino mantenerse. Bajo esa tesitura afronta el conjunto albiazul ante el Numancia un duelo por la supervivencia en lo más alto de la tabla, frente a un rival que ha tomado cierta velocidad a medida que va transcurriendo el campeonato, aunque encadena dos tropiezos consecutivos en su estadio. Eso sí, el cuadro visitante acude a la cita huérfano de su capitán Manu García, que cumple castigo por ver la pasada jornada la quinta cartulina amarilla.
Todo hace indicar que el vacío que deja el vitoriano en la medular será cubierto por Jaboga Beobide, otra pieza preparada y dispuesta para aportar una alta dosis alta de entrega y sacrificio en el centro del campo, para que la baja del pulmón del equipo no se note en demasía. «Tiene muchas posibilidades de entrar en el equipo», aseguró un Bordalás que ya utilizó al guipuzcoano para sustituir a Manu García en el duelo ante el Bilbao Athletic. El preparador alicantino, a buen seguro, moverá una ficha por otra sin realizar retoques en el esquema habitual. «No tenemos intención de variar el sistema, pero veremos la decisión que tomamos al final», declaró. «Es una baja que no nos gusta nada tener, pero puede ocurrir».
«Humildad y seriedad»
Ya la semana pasada, Kiko Femenía y Pelegrín tuvieron que ver el choque desde la grada por el mismo motivo, de modo que regresan a las órdenes del técnico y, en principio, también a la titularidad. «Confío plenamente en que el que entre lo va a hacer bien», agregó Bordalás, que ya la semana pasada indicó que «no es fácil que entren nuevos jugadores cuando hay un once que funciona». Ya se sabe que lo funciona no hay que tocarlo demasiado.
Más allá de abogar por mantener un respeto por los rivales, Bordalás recalcó que la voluntad del colectivo, tras sumar 19 de los últimos 21 puntos en juego, es «seguir en la misma línea y con la misma humildad. No lo digo porque estemos arriba, ya lo dije el primer día que vine», recordó. Una de sus grandes metas es que sus pupilos no bajen en ningún momento la guardia, sobre todo con el largo camino que queda por recorrer para poder pensar en nuevas metas. «La Liga se decide en el tramo final, en el último mes o mes y medio. Todavía no hemos llegado ni al ecuador», concretó. De este modo, «intentamos que la euforia no se traslade al vestuario», y, de este modo, «seguir con paso firme, seriedad, humildad y respeto, aún no hemos conseguido nada», añadió.
El plantel babazorro se topará con un Numancia al que ya derrocó en su campo en la Copa del Rey (0-1) el 9 de octubre en el último precedente entre ambos. «Es un buen equipo, ya nos costó muchísimo ganar aquel partido». recordó, aunque a su juicio por lo general se erige en un rival correoso. «Siempre es un equipo complicado. Ha puntuado en Zaragoza, ha ganado en Lugo... Tiene un gran potencial». Hasta la fecha, la formación de Jagoba Arrasate se ha convertido en un fijo de los empates, contando en su casillero hasta con 9 partidos concluidos en tablas, solo uno por debajo del Leganés, el más asiduo en ese aspecto. «Son rachas del campeonato. Les cuesta generar situaciones de gol, sobre todo les pasó en el inicio de la campaña», mantiene. «Aun así, es un rival temible».
Asimismo, el estadio de Los Pajaritos presentará una estampa más favorecedora de lo habitual para la práctica del fútbol. El recinto castellomanchego destaca por ser uno de los más gélidos del panorama nacional y no es raro que parte del césped se suela encontrar helado, sobre todo, en estas fechas. No obstante, las altas temperaturas que se vienen registrando últimamente evitaran tal circunstancia. Bordalás es consciente de que el césped «estará mejor» respecto a otras ocasiones en la que «se han dado malas condiciones», aunque resta importancia a este hecho en el devenir de la contienda. «Se agradece, pero no solo es bueno para nosotros. A ellos tampoco creo que les beneficie un campo en mal estado». La expedición vitoriana parte hoy hacia Soria. «No importa si son desplazamientos cortos», comentó el técnico.