Minera 2-2 Alavés
Los penaltis rematan a un pésimo AlavésCae en la Copa en el estreno de Coudet pese a igualar en dos ocasiones y acabar la prórroga en superioridad numérica
Adiós a la Copa y hola de nuevo a la cruda realidad. En el estreno del Chacho Coudet en el banquillo albiazul, el Alavés ha ... quedado apeado de la competición por un equipo de la cuarta categoría del fútbol nacional. Tras completar un duelo donde ha resultado incapaz de someter a un adversario inferior a causa de sus problemas en ambas áreas. Ni siquiera en los momentos más propicios, tras el primer empate de Kike García y después de la segunda igualada en la prórroga y ya en superioridad numérica ha sido capaz la escuadra vitoriana de sentenciar.
A su escasa capacidad ofensiva -un gol de contragolpe y otro de penalti- se unió el regalo de Sedlar en el 1-2 y también una pobre tanda de penaltis con errores de Abde y Protesoni. Penas máximas que remataron el duelo para la Minera. Sudores fríos y temblores ante un equipo alavesista que se deshace por cualquier costado.
La primera interrogación de la era Coudet preguntaba sobre una alineación express que fue decidida apenas 72 horas después de que el argentino sustituyera en el banquillo alavesista a Luis García Plaza. La incógnita quedó despejada una hora antes del encuentro, aunque ni de lejos resultó una ecuación sencilla de resolver. Y es que el nuevo preparador albiazul apostó ante un adversario de Segunda RFEF (la antigua Tercera División) por un once salpicado de teóricos titulares como Tenaglia, Manu Sánchez, Blanco, Guridi o Carlos Vicente. A ellos se sumaba Sivera en la portería, con la suplencia de Owono como gran sorpresa. Quizás por ello el batacazo resulta aún menos explicable.
El nuevo preparador albiazul apostó por Sivera y bastantes teóricos titulares
Para valorar la alineación y sus circunstancias, es decir si se trataba o no de un ensayo general, habrá que esperar hasta el domingo en Pamplona. Pero la realidad hablaba de un centro de la zaga Sedlar-Mouriño, que con la ausencia de Abqar tampoco dejaba sitio al joven Pica y la entrada en el equipo de Jordán, Toni Martínez y Villalibre, éste último el menos utilizado en la etapa anterior y prácticamente inédito en Cartagonova. Todo ello para armar un sistema táctico con dos puntas y un centro del campo en rombo. Laterales ofensivos y un fútbol más proclive a la combinación. Con Blanco y Jordán relevándose para colocarse entre centrales en la salida del balón. Casi todo se quedó en toques y amagos. Cerca del área de Fran Martínez, héroe local al detener dos penaltis, se apagaron las luces. Ni linternas aparecieron por parte albiazul, a excepción del de casi siempre: Kike García.
La teoría deparó un gran primer susto en una pérdida cerca del área propia que Sivera salvó en el disparo de Petcoff y Ferrón tampoco aprovechó después por poco. Alerta de inicio para un Alavés que tampoco iba a acertar con sencillez. Arrancó el calvario de Toni Martínez con uno contra uno que estrelló en el lateral de la red tras un regalo del rival. Tampoco encontró puerta después en un remate más forzado y ya en la segunda parte se resbalaría cuando disponía de toda la ventaja ante la meta adversaria. Así, entre tropezones y falta de confianza, transcurrió un choque pésimo en el capítulo ofensivo. Ante un adversario que se cerró con orden y cuando se desorientó tras el 1-1 tampoco recibió castigo.
Pese a los tantos de Kike García, el ataque alavesista resultó casi nulo
Una vez más casi todo lo bueno por parte del Alavés llegó por la banda derecha. Tenaglia y Carlos Vicente conectaron en ocasiones y también Mouriño, que acabó con lateral, llevó peligro por ese carril. Pero durante casi todo el choque el balón circuló con lentitud en las botas de los albiazules y nunca aparecieron las individualidades para desequilibrar. Pura desesperación cuando cada intento acababa en error en el pase, en tímidos remates… Sin mordiente siquiera para desarbolar a un adversario simplemente con cierto oficio y un físico menguante.
Regalo de Sedlar
Ya había marcado Mas para los locales en un buen disparo cruzado antes del descanso y parecía complicado que la Minera volviera a marcar. El Alavés, más entero, y con oxígeno con la entrada de numerosos cambios -incluido el recuperado Protesoni, que actuó como central- dominaba y dejaba al rival sin opción de progresar. Acabó por igualar. En un partido de combinaciones ante un rival pertrechado en su campo, el tanto llegó en apenas tres toques. Peinada de Toni Martínez, asistencia de Carlos Vicente y gol de Kike García.
Ni así, con un adversario tocado, sentenció un Alavés que desperdició varias ocasiones. Ni así, con un duelo absolutamente controlado llegó la clasificación. Más dominio y más incapacidad para acabar jugadas en el área. Punto y seguido en una prórroga con el mismo talante. Hasta que Sedlar regaló un balón para la escapada de Baradji y el 2-1.
Quedaba todavía un último giro de guión y la concesión local. Penalti y expulsión de Morante por una ingenua mano. Segundo tanto de Kike y diez minutos por delante para acabar con la pesadilla. Tampoco en esas condiciones. Y es que todo lo que produjo el equipo albiazul fue un disparo de Romero al borde de la conclusión. Nada más en un tramo final de encefalograma plano y maldiciones. Las que sólo aumentarían de tono con el pitido final y los lanzamientos de penaltis. Caer ante un Segunda RFEF en la Copa es preocupante, pero bastante menos que pensar en la obligación de recomponer a un equipo que sigue perdido.
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