A disfrutar y a no sufrir

El antiguo guardameta de la Real Sociedad, Valencia y Osasuna tenía gran experiencia como preparador, pero tampoco lo tuvo fácil. En teoría, era un parche provisional pues el presidente Juan Arregui quería que Eizaguirre volviera a su anterior puesto y pretendía incorporar un nuevo míster. Sin embargo, las semanas pasaban y no se encontraba a un sustituto adecuado, por lo que la directiva decidió contratar al salmantino Victoriano 'Tito' Reyes para relevar a Eizaguirre como secretario técnico, dejando a este como entrenador.

Enseguida comenzó a hablarse de desavenencias entre Eizaguirre y Reyes alegando que este último, por «su modo de pensar y de actuar, no parece compaginar con el sentir del entrenador». El choque de trenes se veía venir y la gota que colmó el vaso fue que presuntamente el gerente impuso la alineación en el partido del 23 de marzo de 1975 contra el Gimnástico de Tarragona. Al día siguiente, Eizaguirre presentó la dimisión y Reyes le sustituyó como entrenador con Josu Ispizua como preparador físico. Al igual que en la anterior crisis, en teoría se trataba de una interinidad, pues Reyes ni siquiera tenía el carné de entrenador, hecho que el propio Eizaguirre denunció ante el Colegio de Entrenadores de Guipúzcoa, a cuya federación de fútbol dependía entonces el Alavés.

Ante el primer partido dirigido por Reyes, EL CORREO explicó que «durante la semana, tras el mal resultado de Tarragona, las cosas se han embarullado mucho, excesivamente. Cayó Eizaguirre, siguiendo el rumbo Galarraga, y tenemos al equipo en manos de 'Tito' Reyes y Yosu Ispizua. Ellos, durante la semana, apoyados por el calor de los directivos que allí han convivido, habrán mentalizado -suponemos- a los muchachos que hoy van a salir». Por si fuera poco, se hablaba de dos futbolistas que no estaban jugando por haber sufrido unas «crisis nerviosas», pero «también puede ser que Reyes -que dicen los apartó del equipo- haya reflexionado».

Pese a no tener título oficial de entrenador y a todas esas dificultades, el nuevo técnico se mantuvo al frente del Alavés lo que restaba de temporada ante el recelo de la afición. Esta expresó su protesta en los últimos partidos de liga. El equipo babazorro seguía sin remontar. Curiosamente, tal y como se ve en la fotografía que acompaña a este artículo, algunos aficionados culpaban del desbarajuste a 'Tito' Reyes y apoyaban a la directiva, que bajo la presidencia de Juan Arregui estaba intentando llevar al Alavés a la senda de la estabilidad deportiva y organizativa. Finalmente, este objetivo se consiguió. La entidad se mantuvo ese año en Segunda, todavía con Reyes como entrenador, y se consolidó en la categoría en las tempopradas siguientes.

Tras salvar 'in extremis' al equipo en la promoción, Reyes no hizo alusión a las protestas contra su labor, sino que alabó el apoyo de la grada, que había sido fundamental para seguir en Segunda división. «Pese a salvar la categoría, no hay derecho a que esta magnífica afición, que hoy ha demostrado serlo, las pase tan negras. Esta hinchada debe venir cada domingo a Mendizorroza a disfrutar y no a sufrir. Esto de hoy y lo del pasado domingo me ha agradado mucho por la entrega y la lucha, pero no había necesidad de llegar a la promoción».