Emociones encontradas

Antes de comenzar esa contienda, el Deportivo Alavés estaba matemáticamente descendido a Segunda. Por el contrario, los maños tenían a su alcance el ascenso a Primera. Para ello debían ganar en Vitoria y que el Oviedo perdiera en su visita a Murcia. En teoría, este ya no podía subir pero si ganaba a los asturianos, estaba en condiciones de aguardar una carambola. Esta consistía en que el España Industrial, que ya había certificado el ascenso, tuviera que renunciar al mismo por ser filial del F. C. Barcelona, tal y como ya había pasado tres temporadas antes. En resumen, un encuentro que para el Alavés «se presentaba sin emoción e interés, resulta que ha venido a colocarse en una posición llena de expectación, por lo que su resultado puede significar para el Zaragoza».

Lo reñido del final de la liguilla de promoción hizo que desde Zaragoza corrieran rumores de que el Oviedo y el Murcia habían 'animado' al Alavés con primas a terceros. También se dijo que la entidad albiazul «no regó en toda la semana el césped de Mendizorroza, o lo poco que quedaba de él, y el terreno de juego parecía granito puro, y, además, infló más de la cuenta los balones para que su dominio fuera más complicado». Desde Vitoria se replicó que «el terreno, a pesar de haber sido regado con exceso, presentaba un mal aspecto», aunque «el balón, saltarín, impidió el buen control a los jugadores».

También se dice que el Zaragoza, para animar al Murcia en su enfrentamiento contra el Oviedo, hizo uso de una estratagema. Su directivo Carlos Baselga ordenó que desde Barcelona se enviara un telegrama al entrenador murciano, que era el antiguo jugador albiazul José Ignacio Urbieta, con el texto: «Industrial no asciende. Ánimo abrazos Domingo». Supuestamente, la comunicación estaba firmada por Domingo Balmanya, entrenador del Barcelona y amigo íntimo de Urbieta, dando a entender que el España Industrial volvería a renunciar al ascenso de categoría. De este modo se pretendía animar al Murcia para que ganara al Oviedo en La Condomina facilitando así el ascenso del Zaragoza.

Este, en cualquier caso, tenía que vencer en Mendizorroza, donde tuvo el apoyo de cientos de aficionados, frente a la apatía de la afición babazorra, resignada ya con el descenso. Esto hizo que no hubiera una buena entrada. El encuentro fue radiado en directo por el famoso locutor Matías Prats para Radio Zaragoza. El Alavés intentó el triunfo «para olvidarse un poco de la amargura del descenso», pero pudo más el empeño del rival por ascender.

En apenas dos minutos, el extremo blanquillo Parés metió dos goles y, aunque el albiazul Primi acortó distancias de cabeza, «en soberbia plancha», el resultado fue de 1-2 a favor de los visitantes. Por teléfono, desde una oficina del propio campo del paseo de Cervantes, el presidente del Zaragoza había ido recibiendo noticias de lo que sucedía en La Condomina.

Cuando se supo que el Murcia había ganado 4-1 al Oviedo, lo que certificaba el ascenso zaragocista, el entusiasmo de los maños fue indescriptible. El diario 'Pensamiento Alavés' escribió: «Al final del encuentro, cuando los jugadores zaragozanos se abrazaban alborozados, llenos de júbilo, vimos dos posturas distintas. La del equipo que, cabizbajo, se retiraba habiendo disputado su último encuentro como Primera -un Segunda más- y el equipo que abandonaba la inferior categoría clasificándose como Primera. ¡Cuán grande y lastimosa era la diferencia para nosotros!».

Cabe añadir que al final el Murcia tampoco ascendió. El España Industrial reformó sus estatutos, dejó de ser oficialmente filial del Barça, cambió su nombre por el de C.D. Condal y actuó la temporada siguiente en Primera División.