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Facundo Garcés (Santa Fe de la Vera Cruz, Argentina, 1999) está listo para la acción. Tres meses y medio después de aterrizar en Mendizorroza, las ... puertas de la titularidad del Deportivo Alavés se pueden abrir por primera vez para el central en Sevilla (domingo, 18.30 horas). Las bajas de Abqar, Mouriño y Manu Sánchez obligan a Coudet a revolucionar su zaga, y uno de los jugadores mejor situados es el ex de Colón. «Siempre entreno igual y estoy preparado», confiesa un Garcés que después de cada sesión en Ibaia se machaca en el gimnasio. Es su fuerte.
– ¿Cómo vive una semana en la que va a haber cambios en defensa, con tres titulares fuera del partido ante el Sevilla?
– Sé que hay bajas, pero la decisión de que juegue no depende de mí. Haya o no ausencias, siempre entreno igual, al 100%, porque nunca se sabe cuándo te puede llegar la oportunidad. Si me toca, estaré muy feliz y tranquilo. Estoy preparado por cómo trabajo en el día a día y por mi hambre de seguir creciendo.
– ¿Está listo para ser titular?
– Sí, siempre lo estoy. Cuando llegué en enero necesitaba un periodo de adaptación porque llevaba mucho tiempo sin competir y vengo de un fútbol totalmente diferente. Necesitaba conocer a mis compañeros y coger el ritmo de juego, sobre todo con la pelota que es más veloz aquí que en Argentina. Pero antes de Mallorca ya me sentía listo y a disposición del Chacho, siempre respetando todas sus decisiones. Sé que hay jugadores importantes en mi posición. Además, quiero lo mejor para el grupo y para el club.
– El 2 de marzo, dos meses después de fichar en el mercado de invierno, debutó con el Alavés en Mallorca. ¿Se sintió liberado?
– Puede ser. Lo que sentí fue satisfacción y que había logrado cumplir un sueño. Estaba 'recontratranquilo' cuando me llamaron para entrar. Dije 'ésta es la mía'. Estaba muy seguro. No tenía miedo. Era hora de disfrutar después de haber pasado un año muy malo. Todo lo que me pasa en el Alavés es de disfrute, con compromiso y responsabilidad.
– Disputó 45 minutos en esas tres jornadas pero no ha jugado en las últimas tres. ¿Por qué?
– Simplemente son situaciones. Tampoco me pongo a pensar por qué he jugado en uno u otro momento. En Mallorca había que cuidar el resultado y ante el Villarreal teníamos dos jugadores menos y era razonable reforzar la defensa. Estoy tranquilo. En estos tres partidos no me tocó entrar por las situaciones que se dieron, pero estoy preparado para seguir empujando desde donde me toque.
– Ante el Mallorca y el Villarreal salió cara. En Las Palmas fue cruz por el penalti por mano que cometió de forma involuntaria...
– Sí. Estuve mal uno o dos días. Me comí la cabeza pero son situaciones que se dan. Disputé el balón con un delantero muy fuerte. La pelota ni siquiera iba a portería y tuve la mala suerte de que me pegó en la mano. Esto es fútbol y hay que levantarse y pasar página. Seguir entrenando, progresando y aprendiendo. No me puedo quedar en lo que pasó.
– Ahora que puede tener la oportunidad de ser titular, ¿cree que cuando lo sea va a demostrar lo suficiente para no salir del once?
– No tengo que demostrar nada. Debo hacer mi trabajo por las personas que confiaron en mí y que saben de lo que soy capaz. No es cuestión de tener esa mochila de demostrar. Cada vez que entro al campo disfruto, nunca sufro. Me encantan los partidos en los que marco a gente importante. Si me toca ser titular intentaré hacerlo de la mejor manera, confiando en mis cualidades y fortalezas. Si no, trabajaré y seguiré esperando.
– Víctor Laguardia ha hablado muy bien de usted. ¿Le ha ayudado en su adaptación?
– Sí. Es una persona muy cercana en la que me apoyo mucho. Estoy agradecido por cómo se está portando conmigo. Con Víctor puedo sentarme a charlar y desahogarme. Antes de debutar en Mallorca tuve varias conversaciones con él y me invitó a seguir apretando, progresando, y me contó un poco la filosofía del club y su historia. Es una persona increíble, un ídolo del Alavés y le doy las gracias por cómo me abrió sus brazos y me aconseja a diario.
– Un apoyo tras un año apartado en Colón y esperando al Alavés. ¿Se le hizo demasiado largo?
– Sí. Fue un momento muy feo que me lo tomo como aprendizaje. Son cosas que me tocó atravesar. Y como todo en mi carrera le puse el pecho. Estaba seguro y decidido de que iba a venir al Alavés, que mi felicidad estaba de este lado y peleé por ello. Yo era el dueño de mi futuro y mi destino y nadie se iba a meter con eso, aceptando todas las consecuencias que tuve que pasar. No me arrepiento y estoy muy feliz de haber luchado y peleado por ello. Estoy orgulloso de la fortaleza que tuve.
– ¿Fue especialmente duro para usted, siendo de Santa Fe, canterano e hincha de Colón?
– Obvio. Lo que más quería era que encontraran una solución, que llegaran a un acuerdo para dejarle algo al club que me dio todo, que amo y del que soy hincha. Me exprimí al máximo en Colón pero me encontré con personas con otros intereses. Hubo un cambio de directiva y tenían otros pensamientos. Prefiero no hablar porque no tuvieron empatía y no hicieron las cosas bien. Fueron sus decisiones, pero me tocó sufrirlas a mí. Sé que el hincha de Colón sabe que di mi vida por el equipo y que en el futuro volveré.
– Mentalmente, ¿cómo trabaja un futbolista cuando está un año apartado y sin jugar?
– Con psicólogos. Y canalizaba mi problema entrenando. Lo hacía en doble y triple sesión todos los días salvo los domingos. Intentaba estar siempre ocupado. No quería tener la cabeza tranquila porque en ese momento le daba vueltas a todo. Mi familia, mis amigos y el Alavés me ayudaron a pasar por ello y pude hacerlo. Les agradezco que estuvieran conmigo, pero yo lo viví a flor de piel. Estoy orgulloso de seguir en pie y la forma en la que lo hice. Soy una persona muy segura de mí misma y de las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida. Me preguntaban si estaba seguro pero poder estar aquí, en el Alavés y disfrutando de la Primera División, es un sueño. Algo 'top' que no se puede comparar con nada.
– ¿Qué sintió el primer día que entró en Ibaia?
– Que ya los conocía. Estuve todo el año viendo vídeos y ellos también me estaban esperando. Hablaba con Tenaglia, Benavídez y Conechny. Es un grupo espectacular. Una familia no sólo de jugadores, también toda la gente que trabaja en el club. Me recibieron de la mejor manera y sólo necesité adaptarme a nivel futbolístico. Cuando estaba en Argentina, Sergio Fernández y el anterior y actual cuerpo técnico estuvieron en contacto conmigo. Los aficionados albiazules también se sintieron con sus mensajes. Fue una motivación muy grande y no me voy a olvidar. Quiero devolvérselo en el campo y en el día a día.
– ¿Qué tiene que hacer el Alavés para salvarse?
– Ganar. No tengo dudas de que va a suceder. También tenemos que hacernos fuertes en casa, enchufando a la afición. Ahora pensamos en el Sevilla, que es la primera de las siete finales que nos quedan. Somos conscientes de lo que nos estamos jugando. Trabajamos con gran responsabilidad, entusiasmo y siendo positivos.
– ¿Cómo se definiría como futbolista?
– Soy contundente, aguerrido, seguro de mí mismo y positivo. Siempre busco la unión, la armonía y me caracterizo también por leer rápido el juego y ser líder. Me tocó ser capitán prácticamente desde que empecé a jugar en Colón, con quien debuté en Primera con 17 años. Y en el trato soy transparente, buen compañero e intento ayudar desde donde me toque y empujar para que todo salga bien.
– Desde el primer momento, usted mostró su convicción por fichar por el Alavés. ¿Se reafirma en esa decisión?
– Sí. Estoy muy seguro de las decisiones que tomo en mi vida. Durante ese año aparecieron oportunidades de todos lados pero yo le di mi palabra a Sergio (Fernández) y él me dio la suya. Los dos cumplimos con lo que nos prometimos y estoy 'recontraseguro' de la decisión que tomé. Estar en LaLiga es lo que cualquier jugador del otro lado del 'charco' aspira. Los niños miran el fútbol español, inglés e italiano. Tu sueño es llegar allí y tuve la oportunidad de cumplirlo. Hice lo imposible para fichar por el Alavés y estoy muy feliz.
– ¿Qué le parece Vitoria?
– Llegué en invierno y oscurecía pronto y llovía mucho, pero me he acostumbrado bien. Es una ciudad hermosa, increíble, y en la que me siento muy cómodo. Cuando hace sol se disfruta mucho.
– ¿Cuáles son sus referentes?
– Los argentinos de Europa. Cuti Romero, Otamendi y Lisandro Martínez. Campeones del mundo y bicampeones de América.
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