Deportivo Alavés
Guevara: «Mis padres me inculcaron que seguir estudiando era indispensable»El jugador albiazul dudó entre Derecho y Medicina, «lo que veía en casa», y eligió la primera. Una vez terminada la carrera, «aún me llama seguir formándome»
Iñigo Miñón
Vitoria
Domingo, 23 de julio 2023, 07:49
Ander Guevara es «un chico tranquilo». Sin estridencias fuera del terreno de juego. «Me gusta descansar, disfrutar de la gente de mi entorno, algún paseo, ... cine, alguna actividad cultural». Con «un par de pequeños tatuajes en los brazos». Y muy familiar. Su novia, su aita –Carlos Guevara, que jugó en el Alavés en los 80–, su ama y sus hermanos aparecen recurrentemente en las respuestas del nuevo centrocampista albiazul.
Publicidad
– ¿En qué momento siente que va a vivir del fútbol?
– Cuando te llevan para Zubieta, aunque quede mucho, es un sueño que empiezas a imaginar. Cuando te dan todas las facilidades para compaginar con la ikastola, te meten en un colegio mayor, empiezas a ver todo a otro nivel. Pero el primer equipo sigue quedando muy lejos y no es hasta el momento en el que debutó con ellos cuando sientes que se puede convertir en realidad.
– ¿La privilegiada vida del futbolista conlleva también muchas renuncias?
– Yo creo que es más toma de decisiones. Decidir cuáles son tus prioridades. Lógicamente hay cosas que puedes perderte, más momentos con mis amigos de siempre, con mi familia, por salir de casa tan pronto, pero yo no habría cambiado vivir esto por nada del mundo.
– ¿Qué es lo peor del fútbol de elite?
– Lo peor son las lesiones. Te privan de muchas cosas. Sufres mucho cuando te ves incapacitado para hacer lo que te gusta. A partir de ahí, quizás, la sobreexposición que tiene para nosotros, a todos los niveles. En muchos casos es algo positivo, porque tienes a mucha gente detrás tuyo que te empuja a seguir hacia adelante, pero en otros la privacidad es menor y a nivel social estás mucho más expuesto.
Publicidad
– Tenía claro que debía seguir estudiando.
– Sí, eso para mí siempre ha sido indispensable. Mis padres me lo inculcaron, tanto a mí como a mis hermanos, y ha sido algo que me ha gustado. Siempre se me ha dado bien estudiar y, pese a convivir desde muy joven con un alto nivel de exigencia en el mundo del fútbol, intentaba seguir un orden y dedicarle tiempo. Terminé la carrera universitaria y ahora, aunque a otro nivel de exigencia, me sigue llamando continuar formándome.
Publicidad
– Derecho, como su madre.
– La influencia viene un poco por ahí. Aunque sean dos mundos diferentes, me atraían tanto el Derecho como la Medicina, como el aita, lo que veía en casa. La Medicina con el fútbol me parecía muy difícil de compaginar y me fui por Derecho.
– Su aita se asomó al fútbol profesional, pero enseguida se decantó por la Medicina.
– El caso de mi padre ha sido un reflejo de lo que me podía pasar a mí con el fútbol. En su momento este mundo no era igual que hoy, a nivel económico no tenían tantas facilidades como ahora. Tuvo que hacer una elección y la más acertada era dedicarse exclusivamente a la Medicina. Yo he tenido la suerte de poder seguir jugando mientras estudiaba.
Publicidad
– ¿Le da consejos de fútbol o a estos niveles ya no?
– Hablamos mucho. Viviendo en Donostia teníamos el hábito de hablar todas las noches y después de cada partido siempre hemos tenido largas conversaciones, me dice cómo me ha visto, lo que cree que he hecho bien, lo que puedo mejorar. La opinión de mi padre siempre ha sido muy importante.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión