Evolución en la segunda unidad del Alavés
Burgui y Medrán asoman como alternativas para Abelardo mientras que Wakaso y Bojan se estancan en el último escalón de la plantilla
No hay demasiadas dudas sobre la predilección de Abelardo por un grupo de quince o dieciséis jugadores del Alavés, los que acumulan prácticamente ... todas las titularidades desde la llegada del técnico asturiano al banquillo albiazul. Sin embargo, las últimas semanas sí que han marcado una evolución en la segunda unidad alavesista. Con futbolistas como Burgui, ya recuperado de su lesión muscular, y Medrán, con minutos en dos partidos consecutivos, como aspirantes a engancharse a la lista de jugadores con presencia sobre el terreno de juego. En este mismo periodo, Wakaso y Bojan se han estancado. Posiblemente de forma definitiva, porque a falta de trece partidos para la conclusión del campeonato y con una plantilla larga a disposición del técnico, nada apunta a que el ghanés y el delantero cedido por el Stoke City alcen el vuelo.
Pacheco; Martín, Laguardia, Ely, Duarte; Ibai, Pina, Manu García, Pedraza; Munir y Guidetti. Es curioso, pero el once que probablemente sea el más reconocible del Alavés a estas alturas de la temporada solo ha disputado hasta el momento dos partidos. Se estrenó ante el Sevilla (1-0) tras la llegada del delantero sueco en el mercado invernal y, por diferentes circunstancias, solo se repitió en el último choque en Vitoria ante el Deportivo de La Coruña (1-0). La tercera ocasión, si no hay sorpresas, podría llegar este jueves en la visita del Levante a Mendizorroza. Al menos todo apunta a que Abelardo recuperará para el once inicial a Martín, Pina, Ibai y Munir, que no actuaron el pasado sábado en el Santiago Bernabéu.
Once y un cuarteto
Por detrás de esta alineación o esqueleto tipo del equipo, el preparador alavesista tira con frecuencia de otro cuarteto: Alexis, Daniel Torres, Hernán Pérez y Sobrino. El póker que durante las últimas semanas ha servido para recambios de urgencia en caso de bajas por lesión o sanción y también para refrescar el equipo u ofrecer otro perfil táctico, sobre todo en los choques disputados lejos de Mendizorroza ante rivales del calibre de Barcelona, Villarreal y Real Madrid. Una lista donde, por utilización, también podría incluirse al chileno Maripán, aunque tras la recuperación de Ely y Laguardia en el inicio del mes de enero su participación ha quedado en un segundo plano. Sin convocar incluso, frente al Deportivo de La Coruña, por primera vez en toda la temporada.
Aunque en una situación bastante menos reversible a priori parecen ya Bojan y Wakaso. Para el delantero, al que el club buscó sin éxito una salida en el mercado de invierno, dieciséis minutos ante el Celta en Mendizorroza han sido todo su bagaje en los siete últimos partidos. Con tres partidos fuera de la convocatoria -incluido el último en el Santiago Bernabéu- de los seis disputados en la segunda vuelta. Un tramo donde incluso Demirovic debutó en el Camp Nou. Ahora, con Burgui ya recuperado, sus opciones parecen aún más remotas.
Una situación similar a la del centrocampista ghanés, que acumula tres encuentros sin convocar. Tras el primero de ellos en Villarreal, una queja a través de las redes sociales no parece precisamente haberle ayudado. Aunque en líneas generales ha ofrecido un buen nivel cuando ha saltado al campo, por delante en el escalafón ve a Pina, Manu García y Daniel Torres como mediocentros de confianza de Abelardo.
En los últimos choques, también a Medrán, al que el técnico ha utilizado en los minutos finales de los duelos contra Deportivo y Real Madrid. Wakaso, que en enero trató de forzar su salida hacia el Getafe, aparece ahora en el penúltimo escalón de la plantilla. Por detrás, solo un Santos que no cuenta y Diéguez, que acumula ya meses sin disputar minutos.
La tendencia sobre la utilización de la segunda unidad tendrá una nueva prueba esta semana, donde la acumulación de esfuerzos puede provocar cambios en el once, sobre todo en la visita a la Real Sociedad, que supondrá el tercer partido consecutivo en apenas ocho días. Pero con solo ya una competición para el Alavés y en plena pelea por la permanencia, las oportunidades se encarecen cada vez más.
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