Pretemporada del Alavés
Egoitz y Eneko, descendientes de la historia del AlavésFrutos de Ibaia ·
Eneko, sobrino del expresidente Julián Ortiz, y Egoitz Muñoz, nieto del exjugador Luis Ramón Larrea, se fajan en Benidorm. «Es un sueño»Egoitz Muñoz (Vitoria, 2004) y Eneko Ortiz (Miranda de Ebro, 2003) estaban vinculados a la historia del Glorioso antes de nacer. «En mi familia hemos sido futboleros y del Alavés desde la cuna», explica desde Benidorm el lateral derecho vitoriano, nieto de Luis Ramón Larrea, quien fuera futbolista babazorro entre finales de los 60 y principios de los 70. Recibió la insignia de oro del club y después fue coordinador del Aurrera antes de fallecer a los 59 años. «Cuando yo iba a nacer, él se fue. No tuve la suerte de verle y, sobre todo, de conocerlo. Son las circunstancias de la vida», expresa el joven con pena.
Al otro lado de la divisoria provincial se crió el lateral izquierdo mirandés, sobrino del expresidente Julián Ortiz, máximo dirigente entre 1984 y 1986 y fallecido en 2020. «Desde pequeño siempre escuchaba hablar del Alavés, le iba siguiendo y más desde que llegué al club en juveniles», cuenta Eneko. Ahora, los dos descendientes de figuras relevantes de la entidad cohabitan en la concentración de Villaitana. Viven en ese terreno encantado entre el filial y el primer equipo. «No te lo esperas llegar a estas dimensiones cuando eres pequeño. Es como un sueño, lo tienes que disfrutar y sobre todo intentar demostrar también por qué estás aquí», coinciden.
La ficha de Egoitz
-
20 años (14/04/2004). Vitoria. Raíces en Laguardia. Estudiante de dietética y nutrición.
-
Lateral derecho 31 partidos con el filial. 1 gol y 3 asistencias.
-
Formación Abetxuko, Aurrera y en el Alavés desde infantil.
Ambos ya han vivido un momento inolvidable con la camiseta del Alavés. Eneko Ortíz debutó en Primera en Las Palmas en el último partido de la temporada pasada en el día que cumplía 21 años. «Fue espectacular. Estaba calentando y cuando me llamó Luis, me entraron unos nervios... Pero luego, eso sí, al salir al campo me olvidé de todo», recuerda. La emoción se apoderó aún más de Egoitz en el primer amistoso de la pretemporada de 2023. Los albiazules vencieron al Racing con un gol del vitoriano, que no pudo contener las lágrimas en la celebración. «Cuando vi el balón que tocaba la red… no sé, me entró todo por ahí y ya lo tuve que soltar. Era el primer día con el club de mi vida», recapitula un verano después.
Mientras dure la recuperación de Novoa, el vitoriano, con raíces en Laguardia y estudiante de dietética y nutrición, seguirá a las órdenes de Luis García. «Nos pide calma, que seamos nosotros mismos. Y luego aspectos tácticos. A mí sobre todo, que me cuesta subir la banda en más situaciones. Hay veces que no veo el espacio. Y sí que lo habrá. Tengo que ser más valiente al subir», recalca. En el amistoso ante el Valencia, por momentos se vio superado, pero el técnico le transmitió su confianza. «Por como soy, hay veces que me vengo un poco abajo cuando no me salen las cosas. Que te estén animando el entrenador y los compañeros te levanta». A Eneko le incide en poner atención en la retaguardia. «Primero defensa y luego ya arriba».
La ficha de Eneko
-
21 años (26/05/2003). Miranda de Ebro. Estudiante de IVEF.
-
Lateral izquierdo 63 partidos con el filial: 2 goles y 2 asistencias. Debut en Primera este año.
-
Formación Casco Viejo, Mirandés, Lakua y Alavés (juvenil).
El jugador mirandés era «extremo o delantero» en sus inicios en el Casco Viejo y en el Mirandés de la localidad burgalesa. Potente y con buen golpeo, el Alavés le reclutó del Lakua para su equipo juvenil y le reconvirtió en lateral. El extécnico albiazul Javi Calleja le echó el ojo en Ibaia y le subió a entrenar. «Me pusieron encima de un taburete y canté el que en ese momento era el 'hit', 'Despacito'», cuenta con una sonrisa vivaz este estudiante del grado superior de deporte (IVEF). Pese a llevar siete años jugando en la capital alavesa, continúa viviendo en Miranda con sus padres y su perra.
El cante de las novatadas
Al vitoriano le tocó sufrir la habitual novatada el verano pasado. «Canté una canción de fiestas de mi peña de Laguardia. 'Lagu' (Víctor Laguardia) se asustó porque se pensaba que le decía que subiese conmigo», rememora Egoitz, formado como mediocentro en el Abetxuko y el Aurrera antes de fichar por el Alavés en infantiles. «Fue una alegría inmensa. Volví del instituto y me dijeron mis padres que me sentase en el sofá, que me tenían que contar una noticia muy buena. Y pues eso, llanto, lágrimas, felicidad... De todo».
Ambos seguirán con ficha del filial, que compite en 2ª RFEF. El salto de tres categoría es pronunciado. «Creo que lo más difícil es adaptarse al ritmo. En la intensidad del juego. Luego también a nivel táctico. La gente está mucho más curtida», consideran. Pero por ahora son uno más en un vestuario repleto de «personas increíbles». «De primeras tienes una perspectiva de que son chulesca o lo que sea. Pero nada que ver».
Aún así, en ellos perdura la timidez a la hora de pedirle a compañeros como Owono jugar a la Play Station. «Todavía no hemos llegado a ese punto de confianza. Pero creo que si les decimos algún día, sí que jugaríamos», responde Egoitz, con su vecino alavés De Marcos como referente. El vitoriano tiene contrato hasta 2026, mientras Eneko afronta su último año. ¿Hay que negociar? Habrá...», responde antes de echarse a reír.