«Dinámico, vivo, vamos», el intenso día del preparador físico
Félix Vicente, que conoce al técnico desde 2009, adopta un papel clave en las sesiones y vive pendiente de cada detalle
Jon Aroca
Viernes, 22 de julio 2022, 00:12
No es el implacable sargento de hierro que encarnaba Clint Eastwood, pero a Félix Vicente (44 años) no hay quien le tosa sobre un campo ... de fútbol. El preparador físico albiazul es uno de los indiscutibles protagonistas del verano del Deportivo Alavés. Así lo exige su cargo, capital en la pretemporada de cada equipo. Él se encarga de que todo esté en orden. Que todos los materiales se encuentren dispuestos donde toca e, incluso, de que el césped tenga el punto de agua perfecto para sus ejercicios.
Pero, sobre todo, es el principal responsable de hacer sudar a sus jugadores. Aunque, como buen maestro, es el primero en empapar su camiseta al poco de comenzar. Que todos vean cómo hacerlo y, sobre todo, que es posible. La climatología no ayuda a que sea una tarea más sencilla, pero es lo que toca. Ya habrá tiempo de mojarse en el invierno vitoriano. Luis García observa de lejos, analítico, y Vicente es puro nervio. Corre de un lado para otro para indicar, corregir y motivar a unos jugadores cada vez más fatigados. También tiene esa tarea, animar a los jugadores en un momento especialmente duro, el verano. «Dinámico, vivo, vamos», grita en un momento. De su boca no dejan de salir indicaciones; muchas de ellas, breves. Palabras que buscan que nadie se desconecte de los ejercicios. En la concentración, además de preparador físico, es consejero, psicólogo...
Pegado al cronómetro
Experiencia no le falta. Lleva en el fútbol profesional desde 2009, cuando comenzó su andadura junto a Luis García en el Levante. Aunque antes ya llevaba una larga trayectoria en el semiprofesionalismo. Al tiempo separaron sus caminos, cuando el técnico dejó el banquillo de Orriols. Volvieron a juntarse cuando el técnico se marchó a Arabia Saudí en 2019.
A Vicente le había dado tiempo incluso para entrenar al Dinamo Tbilisi georgiano durante algunos meses, a donde llegó, en teoría, como preparador físico. Mismo puesto que vuelve a ocupar ahora, pegado a un cronómetro que apenas suelta durante al hora y media de sesión. En sus manos ha puesto el Alavés una pretemporada que aspira a ser clave para el posterior desarrollo del curso.
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