Valencia 0 - 1 Alavés

Conechny se destapa en Paterna y Sivera amarra la primera victoria de la pretemporada del Alavés

«¡Chicos, jugad un poquito más!». La demanda, entre súplica y la exigencia, corresponde a Luis García Plaza pero podría encajar en cualquiera de las 2.000 personas que presenciaron ayer una primera parte. Tras el bullicio en la cola in icial para acceder a la única grada techada, el silencio se adueñó de la Ciudad Deportiva de Paterna. Solo se rompió por los pases con exceso de fuerza, los pelotazos, los cánticos en contra de la propiedad ché de Peter Lim y el cabreo del entrenador del Alavés.

La salida de balón exasperó al técnico. Su equipo era incapaz de cruzar el centro del campo con el balón controlado. Ni con los laterales largos y Benavídez acostado a la derecha, ni con los centrales abiertos y Antonio Blanco yendo a recibir. El técnico sacó la pizarra en la pausa de hidratación para tratar de ajustar a sus hombres. La pareja Abqar-Tenaglia en el centro de la zaga logró contener el peligro valencianista creado desde las bandas. El resto, perseguía sombras.

El Alavés sufrió mucho en los primeros minutos. No en cuanto a ocasiones recibidas, ya que solo se contabilizó un tiro a puerta, pero sí en materia de lo esencial. Superar líneas de presión, ganar duelos y avanzar hacia la portería rival. Nada de eso lograba el cuadro visitante, que apenas siete horas antes aterrizaba en Valencia. Los rostros de la incomodidad se reflejaban en un Guridi enrojecido y un Egoitz Muñoz abrumado. Suyo fue un mal despeje en el minuto 7 tras el que Martín Tejón detectó las dudas del lateral vitoriano. El extremo superó en varias ocasiones al defensa, animado y corregido por Luis García Plaza, que le mantuvo sobre el césped hasta casi los minutos finales.

En la otra banda ejerció otro canterano. Eneko Ortiz también tuvo problemas para frenar al potente Otorbi (2007), pero se descolgó un par de veces en ataque. En la primera parte, colocó un buen centro a la cabeza de Kike García, que remató alto. Y en la segunda, metió el balón al área en la jugada del gol.

El resto del equipo era muy reconocible, con el doble pivote Benavídez-Blanco, Guridi por delante, con Carlos Vicente en la derecha y Rioja en la izquierda. Sivera, el único que disputó los noventa minutos, evitó el primer tanto en el minuto 38. El joven Otorbi se plantó delante sin oposición, pero el portero valenciano aguantó hasta el último momento y detuvo el disparo.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro cambió. Bajó la temperatura ambiente y subió la del césped. Hubo un conato de tangana al poco de empezar por el que la grada se enemistó con Benavídez y el Alavés logró dominar durante 15 minutos. En el siete marcó Conechny. Centro raso de Rioja rematado por Guridi y en el rechace del defensor, el argentino se anticipó a todos para empujar el balón a la red. En el 15 marcó Kike García a pase del mediocentro de Azpeitia, que recibió en fuera de juego un envío magnífico del flamante fichaje albiazul procedente del Godoy.

La batería de cambios tanto de Luis García como de Baraja ralentizó un duelo que el Valencia bien pudo empatar. Primero Hugo González en el 81 y después Hugo Duro en el 90 gozaron de sendos manos a manos ante Sivera, que volvió a salir victorioso. Tras los empates ante Racing de Santander y Real Sociedad, el guardameta amarró la primera victoria de la pretemporada albiazul en la que fue su casa.

Sin muchas conclusiones más que sacar en lo deportivo, el partido sirvió para el debut de Luka Romero, Stoickhov y Manu Sánchez. Los atacantes apenas tuvieron participación, mientras que el lateral izquierdo cedido por el Celta sufrió ante el joven Hamza. Por otro parte, Moussa Diarra se quedó en el banquillo, Hugo Novoa y Villalibre vieron el partido desde la grada y también se quedaron sin jugar Abde y Alkain, cuyo futuro parece lejos de Mendizorroza.