La cara y la cruz de dos cesiones albiazules

El japonés no empieza de cero, pero tampoco desde el punto en el que lo dejó. Los ocho tantos que marcó en su primera cesión al equipo flamenco, la pasada temporada, le abrieron las puertas del Deportivo Alavés, pero nunca llegó a encontrar su sitio en los esquemas de Luis García Plaza. Un gol y quince partidos ligueros después -sólo tres como titular-, el club albiazul le devolvió a préstamo a Sint-Truiden, previa ampliación de contrato hasta 2025. Pero las cosas no son igual que antes.

En ocho encuentros todavía no ha visto portería -ha dado una asistencia- y, lo que es peor, no está arraigando en el once del alemán Bernd Hollerbach. Después de su lógico período de readaptación, el delantero nipón fue titular en tres partidos seguidos, pero ha vuelto al banquillo en las tres últimas jornadas, con un total de sesenta minutos de participación en esos compromisos ligueros. El Sint-Truidense, que la pasada campaña finalizó noveno, ocupa la duodécima posición en la liga belga.

La sonrisa la pone el joven Alan Godoy -cumple 20 años en mayo-, que golea en 2ªRFEF y ya es aclamado por la afición del Atlético Sanluqueño. Cuatro dianas en 525 minutos de juego, incluido un doblete en el campo del Xerez, y ya es un fijo para Antonio Iriondo. «Estoy muy contento. Los cambios siempre son complicados, pero se ha dado todo mejor de lo que esperaba», confiesa el atacante canario, que cumple su quinta temporada en la disciplina albiazul. Llegó a Vitoria en el verano de 2018, con apenas 15 años, procedente de las categorías inferiores de Las Palmas.

Internacional con España en categorías inferiores -hasta 2017-, citado en las dos últimas pretemporadas del primer equipo y con 39 partidos de experiencia en Segunda B con apenas 17 años, Godoy afrontaba esta temporada como la de su consolidación después de superar una lesión de menisco el curso pasado. En el primer tramo del campeonato hizo tres goles en trece encuentros con el Alavés B, pero sentía que debía buscar una salida para seguir creciendo.

«El año pasado no jugué todos los minutos que quería y éste, aunque empezó bien, veía que podía ser parecido. Con 19 años lo que quieres es jugar, donde sea», apunta el delantero para explicar su decisión de salir cedido a un club de la misma categoría, aunque en otro grupo. En Sanlucar todo es «muy distinto». Los 'mimos' de un filial se convierten en una gran responsabilidad. «En la base de un club está todo más enfocado a la formación y al primer equipo, aquí eres el primer equipo», apunta. La exigencia de los resultados, «aunque el año pasado ya teníamos el objetivo de ascender» con el Aficionados, recuerda.

Una exigencia elevada por el propio rendimiento del equipo, instalado en posiciones de play off, aunque lejos del intratable Antequera, líder destacado. «Al principio no se hablaba de ascenso, pero ahora vamos a pelearlo al máximo», asume Godoy, que tiene contrato con el Alavés hasta 2025. «Mi mente ahora está en ascender con el Atlético Sanluqueño. Cuando termine el play off volveré a Vitoria y lucharé por hacerme un hueco», concluye el punta canario.