La breve aventura de Rolan en el Alavés

Teórico recambio de Sobrino como cuarto delantero de la plantilla, el uruguayo llegó al equipo alavesista después de una discreta primera parte de la temporada en el Leganés. Apenas ocho partidos -seis de Liga y dos de Copa- sin que el exalavesista Pellegrino le concediera demasiadas opciones. Todo apuntó, como finalmente ha sucedido, a que se trató de una contratación de urgencia, más por añadir una pieza de reserva al fondo de armario de la plantilla que por la confianza en que su rendimiento pudiera resultar importante.

El problema, en definitiva, ha sido que tampoco se ha convertido en un elemento para elevar la competitividad. Posiblemente, su media hora final en Cornellá frente al Espanyol, con mucha actividad y dos espectaculares chilenas, es la única huella que deja. A cambio, varios tramos de partidos desde la suplencia sin la más mínima incidencia en el juego. En algunos casos, con la sensación de ser un astonauta sin escafandra dentro del ecosistema alavesista. El atenuante, sus escasas oportunidades y la ubicación, casi siempre más cerca de la banda que de su media punta natural.

Quizás porque otro de los fichajes de invierno, Álex Blanco, ha quedado prácticamente inédito. Nueve duelos acumula ya fuera de las convocatorias. Un jugador cedido por el Valencia del que Abelardo apuntó reciente y directamente que carecía de la experiencia necesaria para jugar en la Primera División. Una apreciación que, evidentemente, no compartía la dirección deportiva alavesista cuando recurrió a sus servicios en enero.

El Alavés sigue inmerso en su peor racha de la temporada después de encadenar ya seis duelos sin ganar y sumar dos de 18 puntos posibles. Sin llegar a aquel 0 de 18 con que comenzó la pasada temporada, pero, en realidad, con peores números en un aspecto crítico. Después del 0-2 recibido ante el Barcelona, el cuadro de Abelardo suma ya nueve partidos consecutivos con gol o goles en la portería de Fernando Pacheco. Una circunstancia que, como se acredita cada semana, resulta imposible de compatibilizar con una renta mínima de puntos.

Desde que el conjunto albiazul regresó a la categoría en el verano de 2016, se trata de una circunstancia que nunca se había producido. Ni siquiera en el pésimo arranque del ejercicio pasado, donde al séptimo encuentro el Alavés cortó la sangría en la visita al Levante. Tampoco ocurrió en la campaña anterior, en el regreso a la máxima categoría.

La primera vuelta alavesista (32 puntos) y lo que llevamos de segunda (14 en 15 partidos) podría sintetizarse en números defensivos. En los 19 primeros partidos ligueros el conjunto de Abelardo logró dejar su puerta a cero en seis ocasiones (para sumar 14 puntos) y en esta segunda rueda el 2-0 frente al Levante en Mendizorroza ha sido la única actuación sin mancha con triunfo, a la que suma el empate sin goles ante el Celta.

En definitiva, un Alavés que encaja 13 goles en seis partidos, como en la racha actual, es un equipo con opciones muy limitadas de lograr resultados positivos.