La batalla del Alavés empieza ahora
El bloque de Coudet afronta el primero de sus tres duelos directos ante el Getafe, la roca de Liga: «Es el partido más importante», admite el técnico
El Deportivo Alavés entra hoy en un escenario que está llamado a definir su temporada. Tras superar sin puntos pero con el honor intacto el difícil lance ante el Barcelona, afronta ahora un trío de partidos contra rivales de la zona baja claves para definir sus opciones de permanencia. Al duelo contra el Getafe le seguirán la visita al Leganés y otro duelo crucial como local frente al Espanyol. Dos de ellos, además, plantean sendas oportunidades de redimirse en un estadio de Mendizorroza que este año ha perdido su particular brillo. Y si el Alavés sufre como local es cuando más tiene que lamerse las heridas.
El primer choque de ese trío es, también, el más particular. Así lo define la identidad de un rival que tiene como gran virtud la capacidad de enredar al adversario en su planteamiento. Si se juega a lo que quiere el Getafe, el rival sufre para intentar proponer su guion. Por eso, el Alavés afronta el complicado desafío de plasmar el fútbol combinativo, de ataque y ágil que quiere Coudet frente a la roca defensiva perfeccionada por Bordalás. Un escenario que, aunque sea de sobra conocido desde la previa, sigue siendo difícil de contrarrestar.
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Para el Alavés es también un ejercicio de mentalidad. De ser un bloque muy insistente para desarmar la muralla azulona y persistente en las disputas y la brega física. Que a partir de eso logre canalizar una propuesta futbolística aún timorata y que ello desemboque en una mayor fluidez ofensiva. Tras varios encuentros en los que la producción del equipo se ha estancado -justo en el momento en el que ha encontrado cierta estabilidad en defensa-, volver a afinar se antoja imprescindible para lograr, al fin, la primera victoria como local desde noviembre. El lejano 1 de noviembre queda como un episodio del todo inusual para un bloque que necesita apoyarse en Mendizorroza para progresar.
Un equipo «equilibrado»
«Es un partido importantísimo», resumió Coudet en la previa. No hay más. Tampoco la tentación de mirar el calendario a futuro para hacer las cuentas de la lechera. «El partido más importante es el del Getafe», recordó el técnico. Pero sí que es consciente de que debe ser el primer paso para asentarse en Mendizorroza. «Tenemos nueve partidos en casa y nos tenemos que hacer fuertes. Sería una linda oportunidad», asumió un Coudet que aún no sabe lo que es ganar como local.
El estadio se vestirá de gala, enmarcado en la campaña '¡Aquí nadie se rinde!', en la que se repartirán 20.000 banderas a los asistentes con el fin de devolverle el aura de templo inexpugnable. El horario, de nuevo en fin de semana tras el paréntesis de jugar en lunes contra el Celta, también actúa a favor de una jornada que debe ser grande a la fuerza. «Nuestra gente va a tener un papel importante», arengó Coudet.
Con el factor ambiental a su favor, el argentino pide personalidad a sus jugadores. Que se centren en lo que pueden hacer ellos más que en cuál puede ser el planteamiento del Getafe. «Pensamos sobre todo en lo que podemos generar y lo que tenemos que hacer nosotros. Depende de los jugadores, de lo finos que podamos estar», subrayó. Aunque eso no evita que deba reparar en las virtudes de un rival con el sello Bordalás. «Sus equipos trabajan mucho. Es muy difícil hacerles gol. Es un equipo que tiene muy buenos jugadores, de mucha jerarquía», reconoció.
Ahí entra la posibilidad de sorprender desde la pizarra. Desde la opción de formar con dos delanteros -aunque siempre con el fin de que «el equipo sea equilibrado»-, hasta la posibilidad de dar entrada en el once titular al recién llegado Cabanes. Satisfecho con el mercado, aunque deberá esperar a Aleñá, Coudet afronta desde hoy la primera de las batallas que definirán su futuro y el del Alavés.
