El Eibar y el botín de las jugadas de estrategia
El cuadro armero afina con los córner y faltas laterales en un entrenamiento seguido por el director deportivo, al que sumó la presidenta al final
En Atxabalpe, enclave de Arrasate encajado entre montes, muy discreto, entrena a diario el Eibar, a unos veinte minutos de la ciudad armera. Toca poco ... Ipurua, una vez a la semana. Su centro de operaciones es una instalación con dos campos de hierba natural, una grada que se levanta precisamente en el que no usa el equipo de Garitano y unos barracones que hacen de gimnasio y otras dependencias.
En un escenario humilde, más que Ibaia, propiedad del Ayuntamiento de Arrasate cedido al uso, busca el Eibar su retorno a Primera división, que ya lo acarició el año pasado aunque falló con estrépito cuando lo tenía de cara. El rival del Alavés trabajó ayer por espacio de una hora sobre la hierba, sin más testigos ajenos que media docena de periodistas, en su mayoría gráficos. Solo cuatro chiquillos se asomaron por un fondo.
Después de un buen rato de peloteo, el entrenamiento giró hacia lo verdaderamente importante. El ensayo de las jugadas de estrategia, a balón parado, esas que tantos réditos en forma de goles y puntos han proporcionado al Eibar. Entonces por parte del ayudante, Patxi Ferreira, se rogó a los cámaras que dejaran de grabar durante media hora. El tiempo que duró el bombardeo sobre el área y la portería. Venga tirar saques de esquina y faltas laterales. Todo un variado arsenal de envíos que mañana caerán como artillería sobre la meta de Sivera y sus defensores.
Es evidente que el encuentro carga con una trascendencia mayúscula. El Eibar se la juega de nuevo. El Alavés, también. César Palacios, exjugador de Osasuna y Numancia, ahora director deportivo armero, observó la sesión y departió largamente con el entrenador hasta que tocó arrebato. También la presidenta Amaia Gorostiza se dejó ver, aunque en su caso llegó al final.
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