Alavés 2-1 Sevilla

El Alavés sigue con la producción

El duelo había arrancado con novedades importantes en la alineación albiazul. Hasta tres futbolistas estrenaban titularidad: el exsevillista Jordán, el goleador y esforzado Carlos Martín y Toni Martínez. Mientras, Guevara regresaba al once. Así que sólo la defensa se mantenía respecto al choque anterior. Curioso tras encajar tres goles ante el Espanyol, aunque en realidad la zaga alavesista es la zona más justa de recursos. Cierto es que Manu Sánchez debe mejorar bastante. Lukebakio fue su pesadilla. Blanco, Guridi, Conechny y Kike García habían cedido sus puestos en el equipo inicial. En el inicio de ocho días intensos, con tres partidos, que ya auguraban rotaciones. García Pimienta también movía el árbol sevillista con cuatro modificaciones y la entrada de Kike Salas, Saúl, Agoumé y el incisivo Lukebakio.

Regalo del meta visitante

Hay acciones que cambian un partido y el 1-0 de Carlos Vicente, con la inestimable colaboración del guardameta visitante Nyland, acabó con un cuarto de hora insulso y metió el duelo en la centrifugadora. Aparecieron las virtudes de un Alavés vertical, con más balones largos y al espacio que elaboración, y las dudas de un Sevilla que acumulaba sudor frío y errores. Sobre todo al insistir en una salida de balón desde la zaga que el cuadro vitoriano apretaba de firme. Pero no acertó Toni Martínez en una oportunidad clara tras un envío directo de Sivera y el VAR anuló por otro milimétrico fuera de juego lo que era el estreno goleador de Stoichkov.

No le hace falta demasiado a los albiazules para merodear el gol. Es una de las grandes noticias de este arranque de campaña. Cuarto partido consecutivo con dos tantos a favor, una de esas estadísticas que en Primera resultan insólitas para el Alavés. La otra buena nueva es el espectacular estado de forma de un imperial Carlos Vicente. Marcó, protagonizó también la acción del 2-0 y ofreció un curso de intensidad y desborde. Lo suyo comienza a ser paranormal. Esa sensación de que tras años donde el cuadro vitoriano era un equipo de 'izquierdas' (Duarte, Javi López y Rioja), ahora se ha vuelto 'conservador'. A Carlos Vicente por la derecha le escolta un Tenaglia pleno de concentración y llegada.

Ha ganado en todo tipo de recursos ofensivos el Alavés y eso se plasma sobre el césped. A Toni Martínez se le escapó un gol teóricamente sencillo y después bien pudo ser objeto de penalti. No señalado. A Stoichkov le anularon un tanto por centímetros, después se estrelló contra el larguero en la acción del 2-0 y cerca estuvo del gol en otro remate que sacó Nyland. Casi todo funciona como siempre, verticalidad y juego de ataque frenético, pero ahora la claridad cerca del área y porcentaje de acierto es superior. Se trata del escalón que suele marcar diferencias.

Pudo irse el Alavés al descanso con clara ventaja, pero incluso en duelos así es necesario un punto de fortuna para los vitorianos. Nunca la superioridad va a ser aplastante. Así que Sivera sacó el posible 1-1 de Saúl segundos antes de que Carlos Martín hiciera el 2-0. Por ahí se le escapó el duelo a un Sevilla algo más cortante en la segunda mitad. Un adversario pleno de infortunio también. Perdió a Isaac por lesión en el inicio y después a Sow también por un problema físico.

El equipo albiazul acabaría por sufrir, con la entrada de Mouriño como tercer central en los instantes, finales. Antes, el privilegio de que Blanco y Guridi entrasen desde el banquillo para tratar de sujetar el choque. Nada como mirar la lista de suplentes para determinar el potencial de un equipo. Al lado de García Plaza cada inicio de partido se sitúan ahora futbolistas de nivel. No hubo resbalón final, pese a que el rival encerró a los vitorianos en el descuento, y sí esa tercera victoria que permite hinchar los pulmones con aire de satisfacción. El de los puntos acumulados y, sobre todo, el de un equipo que aún en plena adaptación de sus nuevas piezas apunta alto.