Alavés-Eibar, el paradigma de la simetría

También los equipos de manera particular. Casi la mitad de sus partidos se han decantado por un único tanto (1-0, 0-1 ó 0-0). El 45% de los que ha disputado el Alavés, que ha ganado así seis, ha perdido cinco y ha sellado seis en tablas sin goles. El 43% de los que ha jugado el Eibar: nueve triunfos, seis empates y tres derrotas. Números que reflejan un estilo de juego y definen la idea de sus entrenadores. No son técnicos defensivos, les gusta presionar y jugar en campo contrario, pero tienen claro que las opciones de éxito pasan por no encajar y exprimir las ocasiones a favor.

La idea explotada en la 'final' de Las Palmas, por ejemplo. Minimizar el caudal ofensivo del rival e intentar aprovechar un número no demasiado alto de oportunidades. Son dos equipos de play off, dos aspirantes al ascenso, pero ambos se sitúan en mitad de la tabla en la estadística de tiros a puerta: décimo el Eibar (3,7), undécimo el Alavés (3,6). Otra señal de igualdad. Todos los caminos llevan a un derbi de máxima simetría.

Y es que el armero y el babazorro son «dos equipos parecidos», dijo Luis García Plaza antes de visitar Ipurua en la primera vuelta liguera. Era su tercera comparecencia liguera en el feudo eibarrés –Levante, Villarreal y Alavés– y las tres, como anécdota de esta homogeneidad, se cerraron con empate a cero. La última, la que hizo con el conjunto vitoriano en noviembre, no registró ningún disparo entre los tres palos. «Es un poquito más pequeño –el estadio–, es verdad, y entonces no hay tanto espacio. Aunque parezca que son pocos metros, influye en el juego, pero no condiciona nada. Es para los dos. A lo mejor se dan más situaciones de balón parado, pero no te condiciona», dijo entonces.

Un escenario global que eleva a la máxima potencia la importancia de los recurrentes detalles. Donde el Eibar encadena cinco partidos sin conocer la victoria –Andorra (0-0), Levante (1-1), Zaragoza (1-1), Las Palmas (0-1) y Sporting (2-2)–. Cabe recordar en este punto que ya no existe la norma del valor doble de los goles fuera de casa. Y que, en caso de empate al final de una hipotética prórroga en el partido de vuelta, su mejor posición liguera daría el pase al Deportivo Alavés, obligado a superar el varapalo anímico que supuso quedarse a las puertas del ascenso, a un solo remate certero, en la última jornada.

«El equipo se va a levantar, seguro, y va a competir el ascenso», destacó el entrenador del conjunto vitoriano nada más concluir el choque en el Estadio de Gran Canaria. En la otra parte del cuadro del play off Levante –tercero– o Albacete –sexto– esperan al superviviente del derbi más simétrico.