En libertad el único detenido por atracar a Hodei Egiluz en Amberes

La desaparición de Hodei Egiluz, el joven de Galdakao al que se le perdió la pista en la ciudad belga de Amberes en la madrugada del 19 de octubre de 2013, sigue sin arrojar resultados. Sin avances que acerquen a los investigadores a dar con este ingeniero informático, lo último que ha trascendido del caso es que hace unos días un juez dejó en libertad al único varón que permanecía encarcelado por robar a Hodei junto a varios compinches antes de que fuera visto por última vez.

Según explicaron portavoces de Hodei Bila, colectivo creado para apoyar a la familia y convocar actividades con las que visibilizar el caso, la medida judicial no les ha cogido por sorpresa. «Preveíamos que le iban a soltar porque hacía tiempo que le habían puesto una fianza y hasta ahora no había salido porque al parecer no tenía dinero para pagarla», indicaron. Asimismo, precisaron que «le han acabado soltando porque judicialmente estaba solo acusado de robo y no podían retenerle por más tiempo». Desde la agrupación no quisieron entrar a valorar esta decisión, que ya la conocían los padres del joven, informados por las autoridades belgas, si bien aseguraron que las fuerzas de seguridad del país flamenco «están investigando todavía, no han cerrado el caso», algo que, a su juicio, «es muy importante. Que se siga con el tema».

Un juzgado ya decretó en septiembre la libertad de Mohamed Y., de 26 años, que no podía hacer frente a la fianza de 1.000 euros, que sí ha reunido ahora. Ese mes ya abandonó la cárcel Youssef M., de 19 años, otro de los implicados en el atraco a Egiluz, que salía de la fiesta de cumpleaños de un amigo cuando fue atacado. El tercer sospechoso, Jaoud M., de 23 años, salió a la calle unos meses antes, en abril de 2014 tras abonar una fianza de 1.000 euros.

Fotografías en las cárceles

Además de ellos tres, unas semanas después de la desaparición del vizcaíno fueron detenidas otras dos personas, que quedaron libres por falta de pruebas al poco tiempo. Se trataba de una mujer de origen rumano de 45 años y su hija, menor de edad. Esta última y su novio -uno de los tres jóvenes magrebíes- vendieron a la madre el móvil de Hodei por 60 euros.

En su momento, las autoridades belgas justificaron la puesta en libertad de los tres varones por la falta de pruebas concluyentes sobre su implicación en la desaparición del ingeniero informático. No en vano, pesan sobre ellos cargos por un presunto delito de robo y posesión de objetos sustraídos ya que, además del smartphone, tenían la cartera de Egiluz. Portavoces de la plataforma Hodei Bila lamentaron que, por el momento, desconocen «el estado» de la investigación más allá de que sigue abierta.

La familia ha remitido cartas a los directores de 33 prisiones belgas para requerirles que coloquen en estos centros la fotografía del joven. El objetivo: recabar testimonios sobre lo que le pudo ocurrir, dado que en las cárceles «alguien puede saber algo de lo que pasó».