Muere un senderista de 69 años al caer de unas peñas en la zona alavesa de las Conchas de Haro

Un montañero de 69 años ha fallecido este domingo por la mañana tras caer en la zona alavesa de las Conchas de Haro. El hombre natural de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) se encontraba practicando deporte en la cima de una peña que está entre la cresta de Salinillas y el pueblo de Briñas. El accidente se ha registrado a las 9.10 horas cuando el montañista se ha resbalado mientras descendía por un cortado y sus otros dos compañeros de marcha inmediatamente han avisado a los servicios de emergencia para que acudiesen a su rescate. La caída ha resultado letal y los equipos de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) que se han desplazado hasta la zona han necesitado casi dos horas para recuperar el cuerpo sin vida.

La víctima era un experto montañero que pertenecía a la Asociación Deportiva Toloño del municipio riojano de Haro. Era conocido a ambas orillas del río Ebro y sus más allegados se encuentran en 'shock' tras haber recibido esta noticia que rápidamente se ha propagado entre los vecinos de la zona y los aficionados a este deporte.

Porque la movilización de varios equipos de rescate, ambulancias, bomberos y un helicóptero de la Ertzaintza ha sobresaltado a los vecinos de Salinillas de Buradón, localidad que pertenece al ayuntamiento alavés de Labastida, donde se ha instalado la base de operaciones por estar cercano al lugar del siniestro. Se trata de una zona de difícil acceso y las labores no han resultado sencillas. Finalmente, el cadáver del montañista se ha trasladado por medios aéreos hasta el Hospital Txagorritxu, desde donde ha sido conducido hasta el instituto anatómico forense.

La ruta desde Briñas hasta Buradón mide poco más de cinco kilómetros -diez kilómetros para quienes hacen ida y vuelta- y tiene un desnivel de 260 metros. Los montañeros que conocen las Conchas -que es el canal natural entre rocas calizas que produce el río Ebro en su entrada a la comunidad de La Rioja- explican que es una ruta relativamente sencilla, aunque en algunos puntos puede resultar peligrosa por sus precipicios de roca caliza y una pequeña trepada al final para llegar hasta el buzón.

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