Los héroes que dieron la vida en el secuestro de Sídney
Katrina Dawson, de 38 años y madre de tres hijos, murió protegiendo a su amiga embarazada cuando el secuestrador abrió fuego. Tori Johnson, de 34 y gerente de la cafetería donde se produjo el asalto, trató de desarmarle
elcorreo.com
Martes, 16 de diciembre 2014, 07:39
Abogada de 38 años, casada y madre de tres hijos, Katrina Dawson frecuentaba la cafetería de Sídney que un islamista iraní tomó por la fuerza este lunes y donde retuvo a los presentes como rehenes. El encierro se prolongó durante 17 largas horas, hasta que el secuestrador decidió abrir fuego. Dawson se encontraba con una amiga, que además estaba embarazada. No lo dudó, y rápidamente se lanzó sobre ella para protegerla de las balas. El heroico acto le costó la vida.
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Hoy recordada por su valiente gesto, hasta hace dos días era una clienta más del Lindt Café Chocolate Café, ubicado en la céntrica zona financiera Martin Place. Ella trabajaba cerca, como abogada para una firma cuya sede se encontraba cerca del local de la tragedia. Casada con un profesional de su mismo sector -al que conoció en un trabajo anterior-, deja tres hijos, todos menores de diez años. Al conocer el suceso, su familia intentó ponerse en contacto con ella, sin respuesta. Fue el martes por la mañana cuando supieron de su muerte.
El segundo fallecido fue el propio gerente de la cafetería, Tori Johnson, de 34 años, que trató de arrebatarle el arma al secuestrador cuando comenzó el tiroteo. Falleció en el intento, pero su valentía otorgó algo de tiempo a la policía para entrar en el establecimiento. Otras seis personas resultaron heridas en el cruce de disparos.
Aunque los agentes no han ofrecido detalles de lo ocurrido en el interior del local, se sabe que los heridos son cinco mujeres, tres de ellas con heridas de bala, y un policía que fueron atendidos en hospitales de la zona. Todos ellos permanecen en condición estable, confirmó la policía en un comunicado.
El secuestrador era un radical iraní que llegó a Australia en 1996 y le fue concedido asilo político. Cambió su nombre, Manteghi Bourjerdi, por el de Man Haron Monis y adoptó el título de jeque Haron. En los últimos años había protagonizado numerosas protestas contra la intervención militar de Australia en Afganistán, además de tener cuentas pendientes con la justicia por violencia y asalto sexual, entre otros cargos. Eel lunes por la mañana en el café y secuestró a 17 personas que había en su interior, entre personal y clientes.
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Entre los rehenes se encontraba la empresaria brasileña Marcia Mikhael, quien durante el secuestro escribió en su página de Facebook que el secuestrador "ahora nos está amenazando con matarnos. Necesitamos ayuda ahora mismo. El hombre quiere que el mundo sepa que Australia está bajo el ataque del Estado Islámico".
17 horas de secuestro
El primer ministro australiano, Tony Abbott, y el presidente del estado de Nueva Gales del Sur, Mark Baird, ordenaron izar a media asta la bandera nacional en los edificios públicos en señal de respeto y luto por la dos "víctimas inocentes".
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La calle peatonal de Martin Place se ha llenado de ofrendas florales, una de ellas un ramo de rosas depositado por el ciudadano Allen Jing, de 25 años, quien expresó emocionado que era un cliente regular del establecimiento asaltado. "Es difícil explicar cómo te hace sentir algo como esto, creo que solamente estoy contento de estar con vida", dijo Jing a la cadena local ABC.
Las autoridades, que investigan los hechos, mantienen cerrada la zona aledaña al corazón financiero de Sídney , la calle peatonal Martin Place, donde se encuentra el Banco de la Reserva Australiana, mientras que el consulado de Estados Unidos en la ciudad anunció la víspera que no atendería al público por los trágicos sucesos.
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"Hay lecciones que aprender y decidiremos tras el análisis de este incidente cuáles debemos aprender", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, en rueda de prensa en Canberra.
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