La actriz italiana cumple los 50 sin perder un ápice de sensualidad.

Los cincuenta seductores años de Monica Bellucci

La actriz italiana llega al medio siglo de vida como icono de la sensualidad y reivindicando el papel de las mujeres maduras en el cine

Julia Fernández

Martes, 30 de septiembre 2014, 12:23

Tiene un apellido que se desliza por la boca de quien lo pronuncia con la misma elegancia que ella lo hacía por las pasarelas a los veintipocos. Vista en la distancia apenas parece que han pasado diez años desde aquellos desfiles con los que esperaba pagarse la carrera de Derecho, pero Monica, la bella Monica, ha cumplido este martes los 50.

Publicidad

La Bellucci es una de esas mujeres por las que parece que no pasan los años, pero en realidad sí lo hacen, solo que como a los buenos caldos, les sienta de vicio. Apenas han pasado cuatro años desde que posara desnuda y embarazada para Vogue. Tenía 46 y todo parecía ciencia ficción: muy madura para ser madre otra vez, y muy madura para lucir unas curvas esculturales a pocas semanas de dar a luz.

¿Photoshop? Seguramente hubo, pero esta italiana de raza (Citta de Castelo, Umbria), hija de un camionero y una pintora, no necesita de muchos efectos para dejar de piedra a nadie. Sus rasgos fuertes, sus labios carnosos y sus ojos profundamente oscuros son sus armas de seducción. Incluso sin maquillaje, como se mostró, fuera complejos, en la portada de 'Elle' en 2009 para reivindicar la belleza natural, sin artificios, y sumarse a la campaña contra el abuso del retoque digital.

Pero a ese rostro más de demonio que de ángel, le acompaña, cómo no, un cuerpo mediterráneo, rotundo, que no se esconde, y una seguridad en sí misma que es lo que, en el fondo, quita el hipo cuando uno la ve a lo lejos. Ya sea sobre una alfombra roja o paseando con sus dos hijas, Deva y Léonie, de diez y cuatro años, fruto de su ya extinto matrimonio con Vincent Cassel, el chico malo del cine de quien separó su vida el año pasado, después de catorce años juntos. Era su segundo divorcio, después de su breve y no especialmente satisfactoria experiencia matrimonial con el fotógrafo Carlos Basso en 1990.

Y es que la Bellucci es mucha mujer. En todos los sentidos. Ya lo dijo el jugador de fútbol Fabio Cannavaro en 2006. El italiano recibió ese año el Balón de Oro de manos de la actriz. Era un premio a una temporada brillante en el Real Madrid. Pero al deportista lo que más ilusión le hizo no fue hacerse con la dorada estatuilla, sino recibirla de manos de todo un mito erótico. Y no le dolieron prendas al reconocerlo.

Publicidad

María Magdalena y Dior

El caso es que la bella Monica ha llegado al medio siglo de vida y su experiencia vital poco tiene que ver con la que ella se planteó a los 18, cuando se matriculó en la carrera de Derecho. En su camino se cruzó la moda y se enamoró de ella tanto como los Dolce&Gabanna de su cuerpo. De ahí a dejar la universidad fue todo uno. Luego, dio el salto a la gran pantalla.

En su haber tiene 51 películas, que se dicen pronto. Empezó con pequeños papeles, como el de amante en 'Dracula de Bram Stokker' (1992), y en cinco años ya estaba nominada al César como mejor actriz de reparto por su interpretación de Lisa en 'L'appartement'. A partir de ese momento, le llovieron las ofertas y el peso de sus papeles aumentó al mismo ritmo que su caché. En 2003 la vimos en 'The Matrix Reloaded' y un año después fue la María Magdalena de 'La Pasión' de Mel Gibson.

Publicidad

Ahora rueda 'On the Milky Road' y compatibiliza su faceta de actriz con la de imagen publicitaria. En 2007 prestó su cuerpo para un corto, 'Heart Tango', cuyo objetivo era promocionar la firma de lencería Intimissimi. Y su rostro empapela las marquesinas de autobuses prometiendo su belleza si nos ponemos un 'rouge' de Dior.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad