Dani Cadena, un futbolista de Sanlúcar de Barrameda que se ha convertido en una de las estrellas del fútbol nicaragüense.
Fútbol

La gran aventura de Dani 'La Máquina' Cadena

Un futbolista de Sanlúcar de Barrameda que jugaba en un modesto equipo de División de Honor se convierte en internacional con Nicaragua y en uno de los grandes ídolos del fútbol en ese país

Jon Agiriano

Sábado, 22 de noviembre 2014, 01:42

Cada día son más raras de ver, pero en el fútbol español todavía son posibles las grandes aventuras personales. Hablamos, por ejemplo, de esos jugadores que, impulsados por un sueño irrevocable, acaban fichando por extraños clubes de ligas ignotas. Reconozco que me gusta encontrarme cada cierto tiempo con casos así y que esos buscavidas en países remotos me producen siempre admiración y simpatía. Al fin y al cabo, no dejan de ser pioneros, exploradores de lo desconocido, gente que lo ha dejado todo atrás y se abre con valentía un nuevo camino en la vida. El último caso del que he tenido noticia es el de Dani Cadena, un futbolista de Sanlúcar de Barrameda que se ha convertido en una de las estrellas del fútbol nicaragüense. De hecho, ya ha debutado con la selección de ese país. El martes jugó en un amistoso contra El Salvador.

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Dani Cadena se formó en las categorías inferiores del Atlético Sanluqueño y luego acabó haciendo un largo periplo por equipos andaluces como Xerez B, Betis B, Racing Portuense, Roteña, Atlético Antoniano y Unión Deportiva Algaida. En este modesto club de Sanlúcar que milita en la División de Honor (la antigua Regional Preferente) parecía que iba a terminarse su carrera. Tenía velocidad y una de esas zurdas que llaman la atención, pero su estrella se apagaba. Con 26 años, poco podía esperar ya del fútbol. Dani quería ser profesional y estaba dispuesto a probar fortuna en cualquier país. Para ello necesitaba un golpe de suerte. Y llegó. El año pasado, Juanlu Montes, un representante de futbolistas de Rota, le vio en un partido y pasó sus informes a un contacto que tenía en Nicaragua. El jugador fue ofrecido al C.D. Walter Ferretti, el club de la Policía de Managua, que debe su nombre a un famoso guerrillero sandinista. Su presidente, Jimmy Javier Maynard y su entonces entrenador, Florencio Leiva, estaban muy interesados en él y Dani Cadena se animó a cruzar el charco. No tenía ni idea de a dónde iba, tan solo que se dirigía a un país en el que el béisbol es el deporte nacional y su fútbol es el peor de toda América.

No fueron fáciles sus primeras semanas en Nicaragua. Echaba de menos a sus abuelos, El Rani y La Rubia como él les llama, a su madre, a su hermano y a su novia. Florencio Leiva le hizo un hueco en su casa, pero lo pasaba mal. El calor tropical le ablandaba y no podía con la gastronomía del país, con el omnipresente gallo pinto, con los atoles, el coyolito o los jocotes machucados. Uno de los primeros días en Managua, al ver varios carteles que decían 'pulpería', se hizo la ilusión de poder comer una tapita de pulpo, pero enseguida se dio cuenta que no eran más que tiendas de ultramarinos. Bajó nueve kilos en tres meses. Poco a poco, sin embargo, fue adaptándose al país. Y empezó a jugar y se hizo la luz. Cadena se acostumbró a los céspedes endemoniados de los campos que visitaba -en el suyo tenían hierba artificial-, a llegar a estadios que a veces no tenían ni vestuarios y a un fútbol corajudo. Y triunfó.

En su primera temporada, se convirtió en el Pichichi de la liga nicaragüense -23 goles entre los torneos de Clausura y Apertura- y en el gran ídolo de los hinchas del Walter Ferretti, que no tardaron en buscarle un apodo apropiado: 'La Máquina'. Su rendimiento fue tan espectacular que, a final de la pasada temporada, el entonces seleccionador nicaragüense, el español Enrique Llena, le comunicó su interés en convocarle con los 'pinoleros'. Al final, no pudo hacerlo porque fue destituido el pasado 8 de noviembre -al nuevo presidente de la Federación Nicaragüense le parecieron excesivos y desproporcionados con los pobres resultados del equipo nacional los 7.500 dólares que cobraba al mes-, pero el nuevo seleccionador interino, el colombiano Javier Londoño, no ha dudado en contar con él en su primera convocatoria.

El caso es que Dani Cadena es feliz. Le han ofrecido seguir cinco años más, ha montado una escuela de fútbol para niños y su familia comienza a rodearle de nuevo. Su novia va a instalarse con él y su madre tiene previsto visitarle. Y no sólo eso. Su hermano ya juega en un equipo de la Segunda nicaragüense y tiene un primo que también va a probar suerte. Por otro lado, a 'La Máquina' le tientan grandes ambiciones deportivas: quiere llevar al Walter Ferretti al pedestal que ahora ocupan el Real Estelí y el Diriangén FC, y jugar la Concachampions. Es muy complicado, pero a él, sanluqueño al fin y al cabo, le gustan las grandes aventuras.

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