Vivienda eleva a 900 euros la renta máxima para acceder a la ayuda al alquiler en Vitoria

El Gobierno vasco también elevará el tope de renta exigida hasta 800 euros en las zonas metropolitanas de Bilbao, San Sebastián y Vitoria y en los municipios de más de 10.000 habitantes, y a 750 en el resto de localidades. Además, en las capitales vascas que sean declaradas zonas tensionadas (San Sebastián ya lo es y se espera que Bilbao y Vitoria puedan contener los precios de los arrendamientos antes de que concluya el año) la renta máxima exigida podrá aumentarse hasta el 95% del precio del alquiler.

Es decir, si el coste medio del arrendamiento sube a 1.000 euros, podrán pedir la ayuda todos aquellos que vivan en domicilios de hasta 950 euros. Junto al aumento de renta, el programa también se incrementará el baremo de ingresos exigidos de 27.687 a 30.000 en caso de que la solicitud sea individual, de 33.902 a 36.764 como unidad familiar y de 36.163 a 39.184 en las familias numerosas.

Otra de las novedades del programa es que por primera vez se permitirá acceder a este ayuda a inquilinos que en vez de un piso, tengan una habitación alquilada o subarrendada. Aunque habrá limitaciones. La primera es que solo se concederán dos ayudas por domicilio. Un factor que limita a los jóvenes que residan en pisos de tres o cuatro habitaciones solicitar este apoyo económico. La segunda condición es que el coste del piso alquilado, aunque el contrato sea por dormitorios, no podrá superar el umbral de renta máximo estipulado. Pongamos el ejemplo de un inmueble compartido entre dos inquilinos, cada uno con su contrato de habitación en regla. La suma de ambas rentas deberá ser igual o inferior a los 900 euros que recoge los requisitos. El Ejecutivo autonómico les concederá como máximo el 60% del importe que pagan. Esto es, si uno destina 500 euros de sus ingresos en la vivienda y otro 400, se les abonará 300 y 240 euros al mes respectivamente.

Además de presentar las novedades, el Gobierno vasco ha colocado una réplica de una casa que hace la función de stand con el objetivo de «superar la desconexión que tienen las personas jóvenes respecto a las políticas de vivienda».