Vitoria proyecta en 2025 una OTA profesional para facilitar el aparcamiento a los gremios

El nuevo servicio del aparcamiento regulado persigue facilitar el estacionamiento de los gremios, principalmente los que trabajan a domicilio y transportan materiales con asiduidad. Aunque el listado de los sectores que podrán beneficiarse se encuentra todavía abierto, está previsto que se incluyan pintores, fontaneros, montadores de cocinas, cerrajeros, etc. En cualquier caso, es probable que esta relación varíe y aumente con el tiempo por los diferentes tipos de trabajadores y sus características especiales. De momento, el Ayuntamiento ha tomado como guía el censo del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

El plan que maneja el Consistorio, que ha mantenido «una relación directa» con representantes de diferentes gremios, pasa por que los coches industriales o registrados a nombre de empresa se hagan con una tarjeta específica para gremios y autónomos que les abrirá las plazas de rotación. Aunque los trabajadores han solicitado también utilizar las plazas exclusivas de residentes (pintadas de rojo y verde), esta opción todavía deberá ser analizada por los técnicos. Principalmente, para evitar que un usuario de la OTA profesional impida aparcar a un residente en un momento dado. Es decir, situaciones que fueran en contra de otro usuario con prioridad.

El precio que ha puesto sobre la mesa el Ayuntamiento es de 273,3 euros anuales. Es decir, costará lo mismo que la OTA comercial, que a día de hoy cuenta con 72 usuarios. Esta cuantía dependerá de la actualización de los impuestos y las tasas, ya que se renuevan con carácter anual y el nuevo servicio no llegará hasta «principios de 2025». Tanto fuentes municipales como los propios gremios son optimistas respecto al número de usuarios que podría alcanzar este nuevo grupo. Creen que superaría con holgura a los de la OTA comercial (hablan incluso de 200 usuarios de partida). No obstante, la cifra final dependerá del tipo de vehículos que puedan acogerse a la medida o de las actividades que desempeñen.

«Debemos ser sensibles con la gente que usa el coche para trabajar; nos demandan un sistema que se adapte a sus necesidades de aparcamiento temporal y creemos que esta nueva fórmula puede ser un recurso útil», afirma el concejal de Seguridad y Tráfico, Iñaki Gurtubai. Además de facilitar el aparcamiento rápido de estos trabajadores sin que tengan que depender de la tiranía del parquímetro y el reloj, el Ayuntamiento busca que contribuya a mejorar la fluidez del tráfico, ya sea por evitar dobles filas en puntos concretos o el exceso de circulación para buscar sitio.

El nuevo sistema de la OTA profesional se llevará a cabo junto con la ampliación a tres nuevos barrios: Santa Lucía, Aranbizkarra y Arana. Esto implica que arrancará su tramitación política tras el verano. Cabe recordar que estas medidas necesitarán el apoyo de al menos un grupo de la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos) para hacerse efectiva. En cualquier caso, la aceptación que se prevé por parte de los autónomos y gremios facilitaría el posible apoyo. Una vez recibida la luz verde, se presentarán las alegaciones y, después, se aprobará de manera definitiva para su entrada en vigor.

En cuanto a los barrios que se sumarán a las zonas azul y verde, existe diversidad de opiniones entre los vecindarios. Santa Lucía ha pedido que las plazas de pago se extiendan por todo el barrio (el planteamiento actual llega a una parte), Arana ha dado el visto bueno a la propuesta del Gabinete Etxebarria y el caso de Aranbizkarra es más difuso, ya que la asociación del barrio ya avanzó que rechazaba el plan. El departamento de Tráfico avanza en la definición del nuevo mapa de la OTA a estas zonas, que sumarán 2.122 plazas de parking de pago.

La próxima estación que sopesa el Consistorio es Zaramaga y, de hecho, ha comenzado a sondear la posibilidad. En este caso, sin embargo, aún no se han establecido plazos ni se ha definido el ámbito.